Les llamamos freidoras de aire, freidoras sin aceite o airfryers pero en realidad son minihornos de convección y esto no supone un problema. Es la psicología detrás de vendernos algo nuevo como algo conocido. Al margen de que en realidad no fríen (no está de más recordar que freír es cocinar en grasa), son un estupendo ‘pequeño’ electrodoméstico para complementar al horno.
Ojito a las comillas en ‘pequeño’ y al término complementar porque hemos probado a fondo una de las freidoras de aire más grandes, potentes, ambiciosas y caras del mercado y apunta incluso a sustituirlo. Esta ha sido nuestra experiencia con la Cosori Dual Blaze Twinfry Chef Edition.
Ficha técnica de la Cosori Dual Blaze Twinfry Chef Edition
Cosori Dual Blaze Twinfry |
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Dimensiones y peso |
33,8 x 51,8 x 31.3 cm, 9,2 kg |
Potencia |
2.800W |
Cestillo |
10 L |
Rango de temperaturas |
35 -240 °C |
Tiempo |
hasta 48 horas |
Manejo |
Panel táctil |
Conectividad |
Wi-Fi |
Accesorios |
Pinzas, separador y parrillas |
Precio |
COSORI Freidora de Aire Dual Blaze TwinFry 10L, Air Fryer con 4 Resistencias de Doble Cesta a Una, 35-240ºC, Asar, Hornear y Deshidratar, 6 en 1, 70+ Recetas de Chefs y Pinzas, 8 Porciones, 2800W
* Algún precio puede haber cambiado desde la última revisión
Diseño: tan premium como colosal
Si hubiera tenido que analizar esta freidora de aire en la cocina de mi piso de madrid (de dos metros cuadrados), habríamos tenido un problema. Porque esta es una freidora enorme. La más grande que he probado. Aquí hace falta destinarle una balda o tener bastante espacio libre para que te quepa. Porque además lo suyo es tenerla a mano para usarla mucho. Y un consejo que me agradecerás más adelante: en un lugar con buena ventilación o la campana extractora al lado.
Estéticamente se parece bastante a la Cosori Turbo Blaze Chef Edition, pero multiplicada por dos a lo ancho. No obstante, las dos son edición especial del chef. En este caso, es una versión más elegante de la Cosori Dual Blaze Twinfry a secas. Aunque claro, para gustos, los colores y acabados.
Así, entra por los ojos tanto por sus acabados por dentro y por fuera como por su construcción de calidad. En esta versión el exterior tiene un color elegante negro metalizado mate para el cuerpo y brillante para la zona superior y detalles en dorado. Ya te voy avisando que te hará falta dejar un paño cerca, porque en cuanto posas los dedos encima, se quedan marcados.
Esta freidora de aire tiene una forma de prisa rectangular con bordes redondeados y la zona superior dividida en dos: el lado más próximo al cestillo está inclinado para mejorar el visionado cuando la estamos usando. Asimismo tiene un reborde meramente estético, pero por el que se puede depositar y acumular la suciedad.
El clásico mango vertical ha sido sustituido por un gran tirador horizontal que ocupa todo el ancho y menos mal, ya que supera el medio metro y si la tienes llena, pesa lo suyo (solo la propia freidora ya ronda los 10 kg). Esta alternativa difiere del modelo no Chef Edition, que dispone de dos tiradores, logrando un aspecto más recargado. El asa es grande y ofrece buen agarre, algo que se agradece cuando llevas el cestillo a tope. Para soltarla o introducirla basta con tirar de ella o empujar hasta colocarla en su posición. Por cierto, si no la colocas bien, la freidora se para como medida de seguridad.
No obstante, dentro no tiene un solo cestillo, sino dos. Bueno, sí así lo deseas porque tiene truco: su volumen total es de 10 litros, pero viene con un separador para tener dos compartimentos de 5L cada uno por si quieres hacer dos platos a la vez. Y un detalle importante: tiene cuatro resistencias, dos para cada compartimiento, una arriba y otra abajo.
En casa somos tres y con solo uno de los cestillos tendríamos suficiente para preparar platos principales como pollo o salmón o para llenar bien nuestros platos con guarniciones como patatas fritas. Eso sí, hay una ventaja: cuanto más esparcidos pongas los alimentos en una freidora de aire, se hacen de forma más uniforme y en una palabra, mejor (lo ideal es una sola capa).
Y por supuesto, la ventaja principal: poder cocinar dos platos diferentes a la vez y además de forma relativamente independiente. Eso sí, también puedes quitar el separador y tendrás un cestillo enorme, lo que abre las puertas a preparar piezas grandes como por ejemplo una pata de cerdo o cordero. En este sentido esta es una freidora para una familia que le dé uso intensivo.
Hablemos de su interior. El recubrimiento es similar al teflón (libre de BPA y PFOA, según la ficha del fabricante) y caben perfectamente tanto las dos rejillas como el separador que, aunque separa los dos espacios, no lo hace de forma minuciosa (pero es suficiente para separar sabores). Viene con dos rejillas agujereadas para facilitar el paso del aire que al colocarlas, quedan a cierta altura para que los jugos generados queden en la zona inferior y el alimento no se bañe en ella (lo que se traduciría en que pierde el crujiente y se confitase en ellos).
Del panel de control cabe destacar lo grande que es, lo bien que se ve y su buena sensibilidad. A esto ayuda su disposición, el tamaño de las cifras y su iluminación. Además, también responde bien incluso con los dedos un poco sucios o mojados (aunque como explicaba más arriba, si no quieres dejarla perdida lo suyo es limpiárselos antes).
Esta freidora no escatima en detalles y qué mejor muestra que mirar su trasera: viene con dos elementos que sirven para enroscar el cable y que así no se deteriore ni moleste cuando no la estamos usando.
Control: con curva de aprendizaje
La Cosori Dual Blaze Twinfry Chef Edition tiene la posibilidad de cocinar en dos compartimentos a la vez, en el grande o solo en uno, aunque ya os adelanto que en este último escenario no merece la pena. Aclarado esto, en esencia el manejo no difiere mucho de cualquier otra freidora: seleccionar el programa, la temperatura, el tiempo y darle al play. Pero tiene su truco y curva de aprendizaje tanto para pillarle el tranquillo y exprimirla al máximo. Además de que viene en inglés, algo que puede añadir complejidad al uso para cierto perfil de usuarios, por ejemplo mis padres.
Aunque a decir verdad, más que programas, lo que usa Cosori son técnicas de cocinar (airfry o freír con aire, roast o dorar, bake u hornear, grill, reheat o recalentar y dry o secar), lo que configura la freidora para preparar determinados alimentos de forma rápida, con una temperatura y tiempo orientativos, rangos de temperatura y tiempos a modificar y la potencia superior o inferior. Lo vemos mejor con un ejemplo: si quiero secar unos tomatitos cherries, el único programa que permite poner la temperatura a 35 grados durante 48 horas es el secado.
No obstante y por experiencia personal, si no te quieres complicar y para un uso normal, recomiendo tirar del modo airfry, que tiene la temperatura por defecto a 200 grados, hasta 60 minutos y pone máxima potencia arriba y abajo. Y a partir de aquí, regular la temperatura y el tiempo a conveniencia.
Y ahora añadimos una variable más a la ecuación: esto puede configurarse para la zona grande (grandzone) o para las zonas 1 y 2 por separado. Es decir, que a un lado puedes poner un salmón que te interesa tener poco tiempo y a mucha temperatura para que quede jugoso en su interior y tostado por arriba y al otro lado un calabacín en rodajas, que lo suyo es hacerlo a menos temperatura. Para ello basta con tocar sobre los botones correspondientes (‘zone 1’, ‘zone 2’, ‘grandzone’).
¿Y usar solo una de las zonas? Lo dicho, no es buena idea. Basta con probarlo para constatarlo: metes toda la comida en un solo cajón y programas que solo caliente en esa zona, pero el calor se escapa al otro compartimento, lo que implica pérdidas y por ende que necesite más tiempo para cocinarse. En este sentido, es mejor usar el grande y tener la comida esparcida, se cocinará antes y de forma más uniforme.
No acaba aquí la cosa porque tiene dos botones más para aprovechar ese doble compartimento: el ‘Sync’ o sincronización y ‘Match’ o emparejamiento. Si vamos a preparar dos alimentos a la vez y cada uno en su respectivo compartimento, usando ‘Sync’ el que requiere menos tiempo se retrasa para que acaben los dos a la vez. El ‘Match’ lo que hace es usar la misma configuración de programa, tiempo y temperatura a los dos lados del separador.
En resumen y dejando al margen el inglés, esta es una freidora de aire de lo más versátil que hay donde la experiencia con este tipo de electrodomésticos y la cocina juegan un papel importante. Si es tu primera airfryer, dale un buen vistazo al manual porque viene bien surtido con ejemplos de programas para diferentes tipos de alimentos con tiempos, pesos y temperaturas. Ídem si lo tuyo no es la tecnología. Pero si eres techie, te gusta cocinar y ya te desenvuelves, es una gozada todo lo que puedes hacer.
Si lo del inglés se te atraganta, te queda otra opción: usar la aplicación, llamada Vesync. Puedes descargarla gratis en App Store y en Google Play Store) y a partir de ahí, crearte una cuenta y entrar. Después, solo hay que encender la freidora, ponerla en modo escucha, añadir la contraseña de tu Wi-Fi, seleccionar el modelo y poco más.
Como puedes ver sobre estas líneas, la interfaz es bastante clara y está en castellano, aunque algunas palabras y disposición tienen margen de mejora (grill ha sido traducido como grillar y en ‘Precalentar’ tiene la ‘R’ en una segunda línea). La app está dividida en dos apartados: dispositivo y receta.
En ‘Dispositivo’ puedes controlar la freidora a distancia con lo mismo que el panel manual, pero con un ‘pero’ importante: no puedes ponerla en marcha a distancia, es decir, que aunque puedas configurar todo desde el móvil, tienes que darle al ‘Play’ de forma manual. La explicación está en una cuestión de seguridad que aplica en Europa, pero si la querías para encenderla desde el móvil nada más salir de trabajar, tu gozo en un pozo.. En la sección de recetas vas a encontrar platos para sacarle partido, aunque quizás son demasiado específicas y elaboradas y no genéricas, si bien sirve para tomar ideas y hacerte estimaciones.
Cocinando: ¿quién echa de menos el horno?
En el apartado de diseño hemos hablado de su gran cestillo de 10 litros y su disposición de resistencias en la zona superior e inferior (dos a dos), pero procedemos a dar algunos apuntes más porque ayudan a contextualizar lo que tenemos delante a nivel de expectativas, usos y resultados.
Esta freidora tiene 2.800W de potencia, unos 300W más que nuestro horno (de 65 litros) y su rango de temperatura va de 35 -240 °C por los 50 – 250ºC de nuestro Zanussi. Poca broma. Repasando estos parámetros nos queda algo claro: esta airfryer es poderosa y eso puede pasar factura en nuestra ídem. La clave está en el tiempo que la tengas encendida.
El primer día cometí el error de usar un único compartimento y como he dicho más arriba: craso error, desperdicié energía. Pero después me lancé a pensar dos platos que pudiera hacer a la vez y dí con la combinación ganadora: alitas de pollo con patatas. No obstante, hay un montón de recetas con freidora de aire que quedan genial.
Aproveché mi experiencia con otras freidoras y usé la función de sincronización… aunque a la hora de la verdad hasta que le pillas el truco es fácil que vayas añadiendo o restando minutos y jugando con las temperaturas. Pero la idea es buena, especialmente cuando ya tienes claro todo.
El pollo queda bestial en airfryer y en este caso no ha sido una excepción: las patatas acabaron antes pero se mantuvieron calientes en el cajón aledaño y los últimos cinco minutos le puse el grill a las alitas para un resultado espectacular y lo mejor, sin aceite apenas. Bueno, matices: sin aceite al pollo, a las patatas les eché unas gotas y removí. Si me permitís el símil, tener tanta potencia es como tener un coche con mucho motor, cuando necesitas pisar el acelerador, da la talla. Y eso se nota en los resultados, de lo más jugosos por dentro y crujientes por fuera.
La premisa de tener doble resistencia arriba y abajo según el fabricante tiene como resultado que no sea necesario mover los alimentos y aquí discrepo: el aire caliente llega más uniforme y se cocina mejor, pero no viene nada mal darle una vuelta de vez en cuando y sí, se nota. Por ejemplo, las alitas de la capa inferior se doraban menos.
Cuando empecé a probar airfryers y me hice con la mía, empecé con los grandes clásicos: salmón, muslos o alas de pollo, unas brochetas de cerdo, patatas fritas y verduras. No, no suelo hacer fritos tipo croquetas o nuggets porque aunque pulverices el pan rallado con aceite, no se dora uniformemente como cuando las bañas en aceite. A lo sumo, algún trozo se oscurece demasiado y otro queda blanco, además de secarse. En resumen: hacer una croqueta en airfryer para comer más sano no es una buena idea… si lo que te apetece es comerte una buena croqueta.
Pero luego descubrí cosas para las que es una auténtica maravilla y desconocía: es lo mejor que he probado para recalentar pizza del día anterior o para descongelar pan en poquísimos minutos. Además esta freidora tiene una ventaja más: por su tamaño, te cabe una pizza entera partida en dos (o si la haces a mano, puedes optimizar las medidas). Aquí la diferencia de tiempo respecto al horno es abismal: en siete minutos y desde cero tienes la pizza hecha. En el horno, en siete minutos justo habría hecho el precalentamiento y metería la pizza.
Pero es que por su tamaño puedes meter una bandeja de canelones para comer cuatro personas, una dorada para cenar una pareja, una pata de gorrín, un pollo entero pero partido longitudinalmente, una tarta de queso, etc. Vamos, que la necesidad de usar el horno se reduce drásticamente a lo excepcional, en mi caso día de Navidad en el que haces un asado para toda la familia. De hecho, aprovechando que es época de berenjenas, he cocinado seis mitades usando el cestillo al completo con papel de horno y hemos tenido para comer dos días.
Mantenimiento: la cara B del tamaño XXL
Reconozco que me encanta cocinar en el horno, pero hay algo que odio profundamente: limpiarlo. Así que el papel de horno minimiza considerablemente ese esfuerzo, pero de vez en cuando es inevitable armarse de paciencia y un buen producto de limpieza. Con una airfyer de tamaño estándar, la limpieza se reduce esencialmente a lavar el cestillo como si fuera una sartén, pero esta Cosori Dual Blaze Twinfry Chef Edition es inmensa y manipularla en el fregadero cuesta lo suyo. La cara B de ser XXL.
Vamos por partes. Después de usarla y cuando ya está fría y desenchufada, sacamos el cestillo, las rejillas y el separador. El cestillo hay que lavarlo sí o sí a mano con agua caliente, jabón y una esponja (nada de limpiadores fuertes, para no estropear el antiadherente). Ya os adelanto que con el paso de las preparaciones he acabado poniendo papel de horno. Las rejillas y el separador pueden lavarse en el lavavajillas, algo que he agradecido enormemente por comodidad, si bien el fabricante recomienda hacerlo a mano para alargar su vida.
La parte exterior no tiene mucho misterio: basta con darle con el típico papel de cocina o con un trapo de cocina y ya está, en un par de pasadas queda brillante y sin huellas.
Cosori Dual Blaze Twinfry Chef Edition, la opinión de Xataka
Después de un par de semanas usando la Cosori Dual Blaze Twinfry Chef Edition, mi sensación es que está a otro nivel. Ojo: he probado modelos potentes y grandes, pero es raro encontrar una de 10 litros y más de de 2.000 Watios. Dos condiciones que en la práctica la ponen prácticamente de tú a tú con el horno en cuanto a posibilidades de cocinado, con la cara B del gasto eléctrico. Sí, si te gusta la cocina, con esta freidora de aire vas a disfrutar con todo lo que ofrece para preparaciones tan variadas como secar alimentos, el grill o levar masas.
Si tuviera esta freidora en mi casa, el horno solo se pondría un par de veces al año
A lo largo de mi vida de alquiler me he encontrado inmuebles que no tenían horno porque el casero lo consideraba algo extra. En uno de esos pisos me quedé y tiramos de un minihorno bastante más compacto y menos potente que esta freidora de aire. Vamos, que con esta freidora no te hace falta horno. De hecho, si tuviera esta freidora en mi casa, el horno solo se pondría un par de veces al año.
Esta no es una freidora para todo el mundo: necesitas una cocina de buen tamaño, lo ideal es que seáis varias personas en casa, que vayas a sacarle partido a menudo, no es barata y que le dediques un poco de tiempo al manual. Pero bueno, que no es más difícil que una Thermomix y está en la casa de bastantes señores y señoras poco tecnológicas. Y luego está el otro escenario: es la sustituta ideal del horno.
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