La fría estadística dirá que Franco Colapinto terminó 16º y último el Gran Premio de México de 2025. Lo que no dice el resultado es que, en realidad, se recuperó de un trompo en el que perdió 10 segundos, alcanzó dos veces a su compañero Pierre Gasly y, en el que fue un solitario duelo intra Alpine, allí perdidos en el fondo del pelotón, el argentino podría haber superado a Pierre de no ser por el virtual safety car que impidió correr entre la vuelta 69 y la 70.
Perdían ambos coches una vuelta ante el contundente ganador, Lando Norris, que pasó a comandar por un punto sobre su compañero Oscar Piastri en el campeonato, y dejó en la segunda posición al monegasco Charles Leclerc (Ferrari). Cerró el podio Max Verstappen, que sin embargo le descontaba cinco puntos a Oscar Piastri (McLaren), que a su vez no pudo superar a un sorprendente y efectivo novato, Oliver Bearman (Haas), en la cuarta posición.
En el fondo del pelotón
No por sabido iba a doler menos. Los de Alpine no se habían hecho ilusiones tras la clasificación con lo que podía suceder este domingo en el Gran Premio. Cuando llegó la realidad, ambos coches, lanzados a la lucha con distintas estrategias, terminaron: Pierre Gasly en la 15ª posición y Franco Colapinto, 16ª. Hagan lo que hagan, con coches que no reciben mejoras desde mitad de la temporada, su drama durará hasta el final de la temporada, en cuatro carreras más.
A las 10 del domingo, detrás de las tribunas del Foro Sol, ya se notaba la actividad frenética de un día de carreras. Era la hora del desayuno para algunos, o del almuerzo adelantado para otros. No faltaba guacamole, quesadillas ni sincronizadas en los bares y restaurantes-kioscos que servían las especialidades locales. Codo a codo comían y bebían los disfrazados de la elegante calavera “La Catrina” con sus vestimentas de color negro y el rostro blanco o del héroe de la lucha libre como “El Enmascarado de Plata”.
El sol calentaba los asientos de las blancas butacas plásticas que esperaban a sus agitados inquilinos por el día. Hacía 27ºC y poca humedad, por eso se soportaban. En su recorrido de entrada al parking para pilotos y jefes de equipos, Franco Colapinto habrá captado al pasar retazos de la letra de la popular ranchera “Esperanzas”: “Solo tengo recuerdos de un pasado feliz” (en Williams)… He vivido unos años duros (sobre todo esta temporada). Ahora quiero olvidar y volver a reír». No necesitaba escuchar más. Reír no parecía posible a esa hora del domingo si pensaba en las capacidades de su auto para avanzar espectacularmente desde la 20ª posición de largada en el Gran Premio que el año pasado lo vio terminar 12º. En todo caso, ya se estaría reservando sus mejores risas, sus mejores festejos, para el momento en que sea oficial su nombramiento como piloto titular de Alpine en 2026… y en adelante.
En los alrededores del hospitality de Alpine en el “Hermanos Rodríguez” se escuchan susurros que afirman que el esperado anuncio se haría en esta próxima semana, bastante antes del viaje a Brasil para la carrera del domingo 9 de noviembre. LA NACION ya había anticipado esa inminente renovación de Franco, pero repetidos susurros aún más firmes que los del viernes discurrían por “radio paddock” cuando faltaban 2 horas para iniciarse el Gran Premio.
¿Podría Alpine proyectar hacia adelante al argentino y a Pierre Gasly, su compañero que arrancaba desde la 18ª posición? Ganar puestos iba a depender fundamentalmente de una buena largada y de una mejor estrategia.
Se podía largar con el compuesto medio, el de la banda amarilla. Con ello, parar antes que el compañero si este largase con duros. Con una u otra solución, podían utilizarse al final los blandos, aunque el primero que los montase iba a sufrir una excesiva pérdida de adherencia al final. Quedaba para los equipos líderes establecer otras estrategias más audaces, incluso a dos paradas.
Sin demasiadas esperanzas
Disponiéndose a dirigirse a su garaje, Franco saludó en el hospitality al entorno que le acompañó en México: su manager María, su coach y amigo Lucas Benamo, y a su rítmico amigo musical, Gonzalo Julián Conde, “Bizarrap”, que suele frecuentar la capital mexicana.
Colapinto no podía ser optimista antes de la largada. Manifestaba que él y Gasly iban a tener que hacer lo que se conoce como “lift and coast”: esto es, levantar el pie del acelerador bastante antes de tiempo llegando a una curva, esperar un momento y después, recién, frenar. Así, durante 4 segundos en cada vuelta que les indicasen. El motivo: ayudar a la refrigeración del motor y de los frenos, que con la baja densidad del aire en México City aumentan demasiado de temperatura. Equivalía a perder en torno a tres décimas cada vez que se hiciera ese ejercicio.
Como sea y como se había anticipado, el trazado “Hermanos Rodríguez” se le atragantó a los Alpine. Los estrategas de Alpine ordenaron neumáticos duros a Colapinto para una primera parte, jugando a hacer solo una parada. Y con la misma atención, pero con una carta diferente, le dieron a Gasly neumáticos medios, en torno a medio segundo más rápido que los duros. Colapinto iba a detenerse bastante después que Gasly, pero ambos iban a terminar la carrera con el compuesto blando.
Lance Stroll se abalanzó sobre el coche de Franco saliendo de la primera curva, y para evitar el choque, el argentino tocó el pasto del lado izquierdo e hizo un trompo. Se recuperó inmediatamente y volvió a acercarse al pelotón. Gasly había hecho una buena largada y aprovechando el desorden de las primeras frenadas avanzó hasta la 15ª posición, pero poco iba a durar el espejismo. Con el discurrir de las vueltas, Gabriel Bortoleto (Sauber), Alex Albon (Williams) y Carlos Sainz (Williams), que se había retrasado por un incidente, le adelantaron. Al final Pierre y Franco iban a protagonizar un duelo exclusivo intra-Alpine en el fondo del pelotón, en la triste soledad de la distante galaxia por la que transitan sus últimas carreras los A525.
El primer juego de medios de Gasly iba a resultar un fracaso, ya que Colapinto, en cuanto quedó a sus espaldas, le copió el ritmo con un compuesto de neumáticos más lento, y de los 13 segundos que le llevaba tras el trompo de la primera vuelta, los descontó y se disponía a adelantarlo cuando al francés le llamaron desde boxes para cambiar neumáticos.
En esta, la que ha sido quizás la peor carrera de Alpine en 2025 por rendimiento, hasta el más lento de sus rivales, Lance Stroll, le iba a sacar 37 segundos de ventaja a Gasly, clasificado 15º, penúltimo.
El virtual safety car de la vuelta 70, propiciado por el coche averiado que Carlos Sainz dejó estacionado cercano al pavimento, salvó al francés que estaba a punto de ser superado por Colapinto. Franco había dejado los neumáticos duros y montado su juego de blandos en la vuelta 50, y a puro ritmo y tesón descontó los 21 segundos que le llevaba Gasly al volver a pista. Incluso, en el giro 69, Colapinto levantó por dos segundos para dejar pasar a Oliver Bearman y Oscar Piastri, que le sacaban una vuelta.
Al final, ese adelantamiento no pudo ser. Para la estadística figurará un paupérrimo último puesto; en realidad fue 16º, porque abandonaron cuatro coches que precedían a él y a Gasly.
Su trabajo había estado a la altura de lo que el equipo podía esperar, y más aún. Sobre el coche explicaba ante las cámaras de ESPN que, según su opinión, con los neumáticos duros se había “arrastrado” 50 vueltas, sin nada de “grip” (agarre) y afirmaba que cuando le montaron los neumáticos blandos ya era demasiado tarde.
Acababa el día diciendo: “Brasil es el Gran Premio de casa, así que nada, contento. Obvio que va a haber muchos argentinos y tengo muchas ganas de ir allá y disfrutarlo con todos ellos, La verdad que deseo que andemos bien para darles un lindo resultado. Lo bueno es que peor no se puede ir, así que nada, de acá para arriba…»
Colaboración: Orlando Ríos

