LUSAIL (Enviado especial).- Es el penúltimo capítulo del año para Franco Colapinto y los otros diecinueve pilotos en la temporada 2025 de Fórmula 1. Al pilarense le toca un examen en el circuito de Qatar, ubicado a solo tres kilómetros del estadio de Lusail, Aquel que albergó la final del Mundial 2022. Todavía parecen escucharse los ecos de los goles de Messi y Di María, pero ya se oye el rugido de los motores con miras a la única práctica del viernes.
Bajo el paisaje qatarí, Colapinto se muestra optimista por dos razones contundentes: conduce con la tranquilidad de que su butaca está garantizada en Alpine en 2026 y, al mismo tiempo, percibe que el futuro es prometedor, sobre todo porque el monoplaza de 2026 será mucho más competitivo. En la charla con LA NACION, el piloto N° 43 describió su presente, pero también se animó a dar un salto hacia el futuro próximo.


