La vuelta de Franco Colapinto a la Fórmula 1 abrió definitivamente a Alpine la posibilidad de mostrar las acciones del piloto argentino en la escudería. Si mientras era piloto de reserva, el equipo evitaba la exposición por las presiones sobre Jack Doohan, desde que lo confirmaron en la butaca del monoplaza del equipo francés, todas las luces se depositaron sobre el argentino. Tanto, que la cuenta oficial de Alpine en la red social X subió un video de Colapinto a bordo del simulador, explicando cómo será la experiencia en el Gran Premio de Mónaco.
En la publicación, Colapinto se encarga de dar detalle de un trazado callejero emblemático para la Fórmula 1. Este prueba, que se desarrollará el fin de semana próximo, será la segunda carrera del argentino desde su regreso al Gran Circo, tras el estreno con el A525 de Alpine, en el Gran Premio de Imola, donde finalizó 16°.
Si bien el movimiento en redes sociales es para darles visibilidad a las acciones de Alpine, el trabajo en el simulador de los pilotos es determinante. Incluso, Colapinto estuvo haciendo esa tarea para su equipo en las primeras carreras del año, cuando estaba como piloto de reserva, y hasta fue determinante en Sakhir, cuando se encargó de la configuración del auto de Pierre Gasly, su compañero.
Puntualmente, Colapinto hace un trabajo casi invisible para el público cuando esta en Enstone, en Inglaterra, cuando se monta al simulador. Se trata de una tarea de precisión y extrema sensibilidad. Sobre todo cuando se prueban regulaciones de detalles casi marginales que permiten bajar el tiempo de vuelta en una o dos décimas y estimar la duración de diferentes compuestos de neumáticos en tandas largas. Hoy en día dos décimas pueden equivaler a ganar o perder de cinco a siete posiciones en el grupo donde se encuentra Alpine, junto con Williams, Racing Bulls y, ocasionalmente, Haas.
Cuando en 2023 y 2024 Colapinto fue piloto de reserva de Williams impresionó mucho a los ingenieros por su alta sensibilidad, la precisión de sus comentarios sobre las tendencias del coche virtual y su velocidad en ese entorno.
El piloto de simulador carece de las sensaciones de la fuerza centrífuga en curvas que en los Formula 1 llega a picos de hasta 5G (por ejemplo el cuerpo del piloto empuja con 350 kg hacia el costado del cockpit en una curva rápida). De allí que debe compensar con el manejo de su visión y ultrasensibilidad la falta de esa información. También la fuerza de retorno del volante motorizado y su capacidad para sentir hasta el más mínimo cambio de nivel de esa fuerza le sirven.