A esta altura de la temporada, no sorprende el triunfo claro, de principio a fin, de Sol de Agosto sobre La Irenita-La Hache por 19-13 en la última fecha de la zona A del Abierto de Tortugas. Los antecedentes inmediatos de estos equipos permitían imaginar el desenlace producido en la cancha 5 de Tortugas Country Club, en la despedida de ambos en el torneo. Tal vez asombre la diferencia en favor del cuarteto de 32 goles de handicap contra el de 37. Pero por el desempeño en los partidos previos no causa extrañeza. Sí provocan admiración el desempeño de Sol de Agosto y desconcierto el de La Irenita-La Hache.
Firme, decidido, concentrado, aplicado, Sol de Agosto logró su primer éxito en la temporada y frente a un rival de fuste, aunque más poderoso en los papeles que sobre el césped, donde está la verdad del deporte. Al menos esa imagen dejó el equipo de camiseta colorada y verde en Hurlingham y Tortugas, donde nunca completó ocho chukkers que dejaran conformes a sus integrantes. Ni siquiera la tarde en que le ganó a este mismo equipo, en el debut en la Triple Corona (14-11).
En cambio, el cuarteto que lleva el nombre de la organización de Francisco de Narváez (h.), padre de Paco, que hoy cumple 18 años de edad, jugó por encima de su hándicap y se llevó una merecida victoria a la que le sobraron minutos. Facundo Sola viene en alza. Paco de Narváez jugó tranquilo, sin cometer tantos fouls como en el compromiso anterior; apenas una vez lo sancionaron. Benjamín Panelo y Juan Martín Zubía se comieron la cancha. Actuando en tándem, tanto en la faz defensiva como en el armado de los ataques, manejaron el ritmo toda la tarde. Alternándose en las salidas y buscándose siempre para iniciar los avances.
Benjamín estuvo muy acertado en los penales y muy preciso en las asistencias: anotó 11 goles, incluidos 6 de penal y 1 de córner. Y Juan Martín volvió a dar cátedra como back. Salvó acciones manifiestas de gol, se desenganchó para irse al frente y consiguió muy buenos e importantes goles, como uno con un disparo desde unos metros más delante de media cancha. Cinco goles gritó el back. Soberbia actuación y prometedor futuro inmediato para Sol de Agosto.
Enfrente, caras largas, gestos adustos. Los cuatro jugadores saben que la cosa no camina. Y es llamativo este presente de la fusión entre los clubes de Pablo Mac Donough e Hilario Ulloa, un cuarteto pensado y diseñado para pelear por cosas importantes y que hasta el momento no ha estado a la altura. Se despidió demasiado pronto del objetivo trazado para Hurlingham y Tortugas. Le queda Palermo por delante, la corona más importante, para dar vuelta una historia que viene muy torcida.
A La Irenita-La Hache, no se le dan los resultados y tampoco aparece el funcionamiento. Las partes no encajan y el rompecabezas no se arma. Salvo Ulloa, de enorme corazón e inclaudicable espíritu de lucha, no se advierte rebeldía ni reacción. Francisco Elizalde se caracteriza por su temperamento, su vocación de multiplicarse en la cancha; sin embargo, no pesa en el juego y no rinde como número 2; sus virtudes no alcanzan a explotar en esta combinación de cuatro muy buenos jugadores. El sudafricano Ignatius Du Plessis tampoco responde de acuerdo con su reconocida capacidad de buen cuidador del arco, da ventajas, pierde en las salidas, lo sorprenden en los mano a mano, lo anticipan sencillamente… Y a medida que pasan los partidos, su confianza merma y se desvanece en el desorden general.
Otro que no encuentra su lugar es Mac Donough. Un crack de 10 goles que anda bajo. No gravita, salvo en contadas ocasiones y cuando saca alguno de sus aviones, como la tordilla Irenita Trompa. Quizás la confusión generalizada del equipo y los baches lo obliguen a ir de un lado a otro de la cancha como un bombero, y nunca permitirle estar donde más lo necesita el equipo.
Compacto del triunfo de Sol de Agosto
La Irenita-La Hache volvió a jugar mal y perdió. Quedo desarticulado, abatido, como entregado anta la situación adversa. Pobre actuación y sombrío futuro cercano. Hoy lo superó Sol de Agosto. En su pronóstico para noviembre aparecen nubes.