Tras el espaldazo (de Estudiantes), el espaldarazo (de la Conmebol). Claudio “Chiqui” Tapia fue confirmado por la Confederación Sudamericana de Fútbol como uno de los representantes del continente en el Consejo de la FIFA. Había asumido el cargo en mayo en lugar del depuesto presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ednaldo Rodrigues, y ahora cumplirá el mandato de este hasta mediados de 2027.
Si bien no habrá comunicado de apoyo explícito a la “gestión Tapia” en el fútbol argentino, la confirmación del presidente de la AFA como uno de los representantes del fútbol sudamericano en la FIFA es una jugada política. La votación fue unánime -Tapia tuvo la aprobación de los diez países miembro, incluido la Argentina, por supuesto-, y es una de las cartas que le quedaban por jugar al máximo dirigente del fútbol argentino.
Los principales dirigentes sudamericanos están en Lima (Perú), donde este sábado Flamengo y Palmeiras disputarán la final de la Copa Libertadores. En medio de los sucesos del fútbol argentino, el presidente de la AFA aprovechó para sacarse selfies con algunos hinchas peruanos. Como si fuera un rockstar.
La confirmación de Tapia en la FIFA era el punto principal del Congreso de la Conmebol, que sesionó este viernes bajo la presidencia del paraguayo Alejandro Domínguez. La relación entre Domínguez y Tapia pasó por altibajos, pero se solidificó a partir de la obtención de la Copa América en Brasil durante la pandemia. Los éxitos subsiguientes -Finalissima y Mundial 2022- no hicieron sino acercar a Tapia con Domínguez. Lo ocurrido hoy en Lima es una muestra más de su alianza.
“Se lo habían prometido hace dos semanas”, dijo en mayo a LA NACION una fuente de la AFA para confirmar el nombramiento del máximo dirigente del fútbol argentino. El Congreso de FIFA, que se celebró entonces en Asunción del Paraguay, mostró al propio Tapia muy cerca de Infantino. E incluso hubo una foto en el partido de leyendas en la que se lo vio junto a Cristian Malaspina (secretario general de la AFA y presidente de Argentinos Juniors) y Alejandro Domínguez. Entonces era apenas una cuestión de tiempo que la Conmebol le quitara la confianza al brasileño Rodrigues y se la devolviera a Tapia.
El presidente de la AFA, además, hizo hace un par de años una movida estratégica: ofrecerle a la FIFA un país para ser sede del Mundial Sub 20 del 2023. El torneo había perdido a su organizador, Indonesia, y precisaba reemplazarlo. La Argentina había quedado afuera del torneo ecuménico. Tapia, rápido de reflejos, consiguió la aprobación del gobierno de Alberto Fernández y el compromiso de los ministros de Economía (Sergio Massa) y de Deporte y Turismo (Matías Lammens) para que la Copa del Mundo pudiera desarrollarse sin problemas en el país. Además, en el último viaje del presidente de la FIFA (junio de 2023), Infantino visitó tanto la AFA como la cancha de Argentinos Juniors, que homenajea a Diego Armando Maradona. Lo hizo a pura sonrisa.
La traumática salida de Tapia de la FIFA en 2019
A mediados de 2019, y tras una Copa América en la que la AFA se sintió perjudicada, sobre todo, por el uso del VAR en la semifinal contra Brasil, el organizador, la Conmebol decidió “retirarle la confianza a Tapia” en la FIFA. Ocupaba el lugar del uruguayo Wilmar Valdez en el Consejo, que lideraba el presidente Gianni Infantino, quien se mantiene en su cargo hasta hoy.
Si pensás todo eso de nosotros, amigo Chiqui, no tiene sentido que nos representes ante la FIFA. Has perdido nuestra confianza”. El venezolano Laureano González, vicepresidente primero de la Conmebol, fue el primero en sugerir que el presidente de la AFA cediera su silla en Suiza, adonde este había llegado luego de la renuncia del uruguayo Wilmar Valdez en octubre de 2018. Era un cargo interino (como ahora), destinado a ser moneda de cambio en cualquier conflicto. Colombia y Brasil apoyaron a Venezuela. Uno por uno, los demás países miembros de la Conmebol secundaron la moción de destituir a Tapia de su función con efecto inmediato, por “pérdida de confianza”.
“Lo único de lo que me arrepiento es haber hecho pública la carta”, dijo Tapia al comienzo de la reunión, convocada de urgencia luego del documento incendiario que el presidente de la AFA firmó (pero no redactó) el 3 de julio, luego de la derrota del seleccionado argentino frente a Brasil en una semifinal por la Copa América. Tapia redobló la apuesta y reafirmó las palabras de ese documento de seis páginas que enardeció a los presidentes de los asociaciones de los demás países y, también, al de la Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez. “Tapia no dio margen para nada. Vino a redoblar la apuesta”, contó uno de los asistentes a la reunión de entonces en la sede de la Conmebol, donde esperaban que el sanjuanino se arrepintiera de la publicación de la carta y de su contenido. Pero no ocurrió tal cosa.


