En Turquía podría hablarse de la goleada 6 a 1 sobre Bulgaria y de la cercana que está la clasificación al Mundial 2026. Sin embargo, todo gira alrededor de otro asunto. En medio de la ilusión por volver la gran cita tras más de dos décadas (2002), la selección que dirige Vincenzo Montella quedó envuelta en una polémica inesperada.
El protagonista es Berke Özer, arquero del Lille francés, que abandonó la concentración del equipo nacional sin autorización, según denunció la Federación Turca de Fútbol (TFF). La noticia desestabilizó un domingo que parecía sereno tras la contundente victoria, que consolidó al equipo en el segundo puesto del Grupo E rumbo a la Copa del Mundo 2026. Todo parecía encaminado, hasta que la TFF emitió un comunicado que alteró la calma.
“Berke Özer abandonó nuestro centro de entrenamiento a su regreso a Estambul, alegando su malestar por no haber sido considerado para jugar ante Bulgaria, sin autorización de nuestro cuerpo técnico y administrativo. En momentos en los que nos esforzamos con dedicación para clasificarnos al Mundial, un comportamiento así es inaceptable”, señaló la federación.
La TFF fue incluso más enfática al remarcar que “la disciplina, el respeto y el espíritu de equipo son principios fundamentales que nunca se abandonarán”, dejando claro que el episodio no pasará inadvertido.
El gesto de Özer cayó como una bomba. El arquero, de 25 años, había sido una de las revelaciones del inicio de temporada en el Lille, especialmente después de su noche consagratoria en la Europa League, el 2 de octubre pasado, cuando atajó tres penales consecutivos ante Roma. Ese rendimiento lo había vuelto a poner en el radar de la selección, con la que ya sumaba dos partidos internacionales.
Sin embargo, su ausencia en la lista de convocados para el duelo ante Bulgaria fue el detonante. Según la TFF, el futbolista decidió abandonar el plantel sin permiso tras quedar fuera del banco de suplentes.
Pero el propio Özer dio su versión, muy distinta a la oficial.
En un comunicado publicado en su cuenta de Instagram, aseguró que se marchó con autorización del cuerpo técnico. “Antes de unirme a la concentración de la Selección Nacional, compartí con el cuerpo técnico los dolores que venía sufriendo y mi situación al respecto. Avisé que, si no iba a formar parte del plantel para el partido, lo más correcto sería que descansara y siguiera un tratamiento médico. A pesar de eso, una vez convocado, acudí con el mismo orgullo de siempre por vestir la camiseta de mi país. Durante la concentración no hubo en ningún momento una disminución en mi comunicación ni en mi motivación”.
Además, deslizó un mensaje que generó aún más ruido dentro del seleccionado: cuestionó decisiones “no motivadas por el rendimiento deportivo”, en una alusión directa al entrenador Vincenzo Montella, quien eligió como titular a Uğurcan Çakır (Galatasaray) y dejó en el banco a Altay Bayındır (Manchester United) y Mert Günok (Beşiktaş).
El conflicto expuso una grieta interna en un momento delicado. Turquía, que viene de alternar buenas actuaciones con dudas en defensa, vive una etapa de transición bajo el mando del técnico italiano. La convivencia entre figuras que militan en grandes ligas europeas y los jugadores de la liga local no siempre es sencilla, y este incidente encendió las alarmas.
La federación actuó rápido: citó de urgencia a Muhammed Şengezer, arquero del Başakşehir, para ocupar el lugar vacante de Özer en el plantel. Turquía recibirá este martes a Georgia en Kocaeli, en un duelo clave para sostener su posición en el grupo.
En la clasificación al Mundial 2026, Turquía suma 6 puntos en tres partidos, con dos victorias y una derrota, y se ubica segunda detrás de España en el Grupo E. Su objetivo es claro: regresar a una Copa del Mundo por primera vez desde 2002, cuando alcanzó el histórico tercer puesto en el torneo realizado de manera conjunta por Corea del Sur y Japón.
El próximo compromiso, ante Georgia, será decisivo. En caso de ganar, el equipo turco podría cerrar el año en una posición de privilegio antes de enfrentar nuevamente a Bulgaria y a los georgianos en noviembre. La situación de Özer, en cambio, quedó en suspenso. La TFF adelantó que el caso será analizado por el comité disciplinario y que “se tomarán las medidas necesarias”.
Países Bajos goleó 4-0 a Finlandia en Ámsterdam y dio un paso decisivo hacia el Mundial 2026. Con una actuación estelar de Memphis Depay, autor de dos asistencias y un gol, la “Oranje” reafirmó su liderazgo en el Grupo G de las Eliminatorias europeas.
El conjunto de Ronald Koeman resolvió rápido el partido: Donyell Malen abrió el marcador a los 8 minutos tras una pared con Depay, y luego Virgil van Dijk amplió de cabeza a los 17, tras un tiro libre ejecutado por el atacante del Corinthians. Antes del descanso, Depay transformó un penal para el 3-0. En el tramo final, Cody Gakpo selló la goleada con un potente disparo desde fuera del área.
Con este resultado, luego de seis jornadas Países Bajos suma 16 puntos, seis más que Polonia, su principal perseguidor, que tiene un partido pendiente. En noviembre, ambas selecciones se enfrentarán en Varsovia, un duelo que podría sellar la clasificación neerlandesa al Mundial que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá.