Historia repetida para los Pumas. No sólo por el resultado, sino a nivel competitivo: no logran dar vuelta la página y aguantar la presión de los neozelandeses que, tras un golpe exitoso como el de Wellington, suelen reaccionar. “Sabíamos que los All Blacks iban a estar un 20% o 30% mejor. Si vos no subís ese 20% o 30%, es muy difícil competir contra ellos. Haciendo un excelente partido la semana pasada se ganó por ocho puntos. Si ellos suben un 30% para poder estar en competencia hay que subir un 30%”, analizó Felipe Contepomi en diálogo con ESPN.
Los números son elocuentes. Al 25-15 del 2020 prosiguió un contundente 38-0, al 25-18 del 2022 un 53-0 y luego del 38-30 del sábado pasado, en Wellington, hoy cayeron 42-10 en un encuentro en el que los All Blacks les hicieron precio a los Pumas. Tras el 35-3 de la primera mitad, bajaron el ritmo y el visitante, con más amor propio que juego, evitó una goleada por un mayor margen. “Se sacó una diferencia que era irremontable. Para valorar la actitud de los chicos, siguieron peleando hasta el final con las herramientas que teníamos. Esto tienen que servir para aprender”, expresó Contepomi, que vivió su quinto partido como head coach de los Pumas. “A los All Blacks algo de lo que siempre se le valora es la simpleza con la que juegan, hacen lo simple bien. Ganan el duelo, el contacto, las formaciones fijas. Y de ahí van ganando los metros y te avasallan”, agregó el mellizo.
A los Pumas les faltó un plan B para encontrar distintas variantes al juego y saltear la presión del local. En un clima difícil para mover la pelota, Argentina no cambió y equivocó los caminos ante una rival que aprovechó las deficiencias de la pareja de medios compuesta por Gonzalo Bertranou y Santiago Carreras. Con las ventajas de los minutos iniciales, el local creció en confianza y ganó los duelos. “El rugby es muy simple: el que va para adelante y gana los contactos y los duelos después todo se hace más simple. Sabíamos a lo que veníamos, lo habíamos hablado, pero no lo pudimos contrarrestar. Nueva Zelanda jugó bien, se adaptó mucho mejor que nosotros a las condiciones climáticas y nosotros hicimos muchos errores”, admitió Contepomi.
El scrum fue otro de los factores en el que los All Blacks marcaron la diferencia a nivel juego y también en lo mental. “Amamos los scrums”, subió en la red social X la cuenta de los All Blacks. En Wellington, se tuvieron que esperar más de 60 minutos para el primer scrum de la noche. Un dolor de cabeza constante para los Pumas en los últimos años y una de las fortalezas del seleccionado neozelandés, sobre todo desde la llegada de Jason Ryan como entrenador de forwards. “En el scrum nos sacaron diferencia, hicimos muchos penales y cuando jugas contra un equipo como Nueva Zelanda si el primer tiempo te va así, después es muy difícil”, puntualizó el capitán Julián Montoya, que estuvo de regreso luego de perderse los últimos dos encuentros. Lucio Sordoni sufrió al gigante Tamaiti Williams, que le forzó retiradas infracciones. Sin un scrum competitivo, los Pumas no hacen pie. En el mítico Eden Park lo padecieron durante los 80 minutos.
“No fuimos lo suficiente buenos. Fuimos indisciplinados, el scrum no fue bueno, nos superaron en el contacto. El primer tiempo hicimos muchos errores no forzados que capitalizaron. Me quedo con la actitud del equipo que lo fuimos a buscar, pero hay que mirar para adentro en que podemos ser mejores, ser humildes en la victoria y en la derrota. Todavía quedan cuatro partidos en el torneo”, resumió Montoya. “Si vas a lo numérico la gira no es tan mala, pero nosotros nos evaluamos más por lo que nos propusimos hacer e hicimos. Este partido va a ser un poco más duro, pero si sirve para poder mejorar y dar un paso contra Australia, bienvenido sea”, destacó Contepomi.
Los Pumas tienen el enorme desafío de dar un paso al frente y no ser más ese equipo que da golpes y logre ganar con épica, sino uno que busque competir con frecuencia. En Wellington impusieron condiciones y siete días después, dieron varios pasos para atrás y flaquearon. En dos semanas tendrán una oportunidad inmejorable en el país, ante los Wallabies, un rival a la medida para ver donde están parados.