Racing jugó en Asunción como un equipo que quiere ser campeón. Con la voluntad inquebrantable que irradia Gustavo Costas, un entrenador que no tiene sangre roja, sino albiceleste. Que vive por y para la Academia. Que corrió a la par de sus jugadores. Que los arengó durante los casi 100 minutos que duró la final en la tórrida Asunción. Racing jugó como campeón desde el primer minuto. Y levantó su primer trofeo internacional en 36 años: ahora la Copa Sudamericana le pertenece, luego de un merecido 3-1 a Cruzeiro en la Nueva Olla, el estadio de Cerro Porteño.
Edición fotográfica: Jesica Rizzo