El estadio de Independiente estuvo en el ojo de la tormenta este viernes luego de videos viralizados en los que se veía deterioro en sus dos tribunas populares. Una inspección a la mañana y muchas horas de desconcierto pusieron en un paréntesis el encuentro que deberán disputar este sábado Independiente y Rosario Central. Las versiones eran muchas: desde la clausura parcial del sector afectado hasta la realización del espectáculo sin público. Finalmente, en la madrugada de este sábado, luego de 16 horas de idas, vueltas y trascendidos, se estableció que el estadio Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini presentará aforo reducido en los dos sectores observados por la justicia, en el partido correspondiente a la fecha 11 de la Liga Profesional de Fútbol.
En un comunicado difundido a las 2.30 de la madrugada de este sábado, el Club Atlético Independiente informó que “tras las inspecciones realizadas y luego de presentada la documentación por el club, donde constan las tareas de ya efectuadas, el Juzgado de Garantías N°1 del Departamento Judicial Avellaneda-Lanús, a cargo de la doctora Mariela Bonafine, resolvió la reducción parcial de aforo en un 50% de las tribunas sociales Santoro Baja y Pavoni Baja para el encuentro ante Rosario Central”. Además, se deja constancia de que apelarán la medida ante un tribuna superior, “en defensa de los derechos de los socios y las socias”.
En el mismo texto, el club de Avellaneda cuestiona el accionar del fiscal de la causa, Mariano Zitto: “La medida adoptada surge de un llamativo e inusual proceder de la UFIJ N° 4, a cargo del doctor Mariano Zitto, ya que sin una evaluación exhaustiva, solicitó de manera preventiva y arbitraria la prohibición de concurrencia de la totalidad de del público, basado en únicamente en manifestaciones vertidas en redes sociales que motivaron el origen de dicha inspección”.
Cerca de las 21 del viernes, la Unidad Fiscal 4 de Avellaneda, a cargo del doctor Mariano Zitto, había hablado con la señal ESPN sobre el informe que confeccionó: “Lo que determinamos es que el encuentro de Independiente-Rosario Central se juegue sin público. Estaríamos esperando le oficialización de la jueza, que llegaría en este período”. Y fue más allá: “No se puede asegurar que no suceda otro desprendimiento”.
La Justicia ordenó que se realice una inspección de urgencia al estadio a unas 24 horas del partido entre el Rojo y el conjunto canalla por la 11ª jornada de la primera A. La inspección se dio en la mañana de este viernes, a cargo del Ministerio de Seguridad de Buenos Aires, Defensa Civil, Municipalidad de Avellaneda y el arquitecto del club Alejandro Castro.
Según informaron fuentes confiables a la agencia Noticias Argentinas, en esa misma recorrida las autoridades determinaron habilitar el escenario para el encuentro con Rosario Central y restaba definir si sería a puertas cerradas con aforo reducido en la tribuna Pavoni baja, la más complicada a los ojos de los inspectores, según trascendió. Lo llamativo es que la resolución seguía siendo estudiada en la noche, a unas 18 horas del espectáculo.
Tras los partidos Vélez vs. San Lorenzo y Huracán vs. Argentinos Juniors jugados por Copa Argentina en el mismo estadio, hinchas del Fortín y del Globo difundieron videos de desplazamiento y separación de los escalones en las cabeceras Pavoni baja y Santoro baja, respectivamente.
Las imágenes despertaron preocupación en Independiente, pero hace unos días el club restó importancia al estado de su reducto y sostuvo que “ambas cabeceras bajas del estadio están construidas con bloques premoldeados que tienen movimiento y oscilación” y que “el desplazamiento se produjo porque se soltaron las soldaduras correspondientes”. Además, el arquitecto Castro desestimó el peligro de derrumbe y negó que hubiera fisuras o fracturas, pero admitió que no era la primera vez que eso sucedía.
En cuanto a la Santoro baja y los videos filmados por simpatizantes de Huracán, la dirigencia de Independiente aseguró que responsables del club había recorrido la cancha durante la madrugada del jueves y no había hallado ningún problema en la tribuna. De todos modos, anunciaron que van a encarar un trabajo de sellado de las juntas de dilatación.
LA NACION