Marcelo Moretti se presentó en la reunión de comité ejecutivo de la Liga Profesional de Fútbol (LPF) que se desarrolló este mediodía en el predio Lionel Andrés Messi, de Ezeiza. El presidente de San Lorenzo, que regresó al club gracias a una medida cautelar presentada en la Justicia, le pidió la palabra al presidente de AFA, Claudio ‘Chiqui’ Tapia, y dejó en claro que su intención era volver también a estar activo en la LPF y la propia AFA, en la que ocupa una vocalía en el comité ejecutivo.
“No le negaron la palabra. Moretti apareció cuando ya había empezado la reunión. Nadie lo esperaba”, contó un asistente al cónclave, fuera de micrófono. La Gendarmería Nacional había preparado un dispositivo de seguridad para la ocasión: no quería que se repitieran las imágenes de este lunes en la sede azulgrana de la avenida La Plata, cuando el dirigente debió irse escoltado por la Policía de la Ciudad.
“Buenas tardes. Solamente vengo acá para decirles que ya me restituyeron en mi club. Quería decirles que así como me restituyeron en mi club, me estoy reintegrando y me quedan dos años de mandato, así que los quiero cumplir”, dijo el dirigente, según reconstruyó LA NACION. Moretti agregó: “También les digo que también mi pretensión es estar en el comité ejecutivo y volver al comité de la liga sin ningún problema. Para eso me dijo [Andrés] Paton Urich [asesor legal de AFA] que tengo que trabajar la resolución judicial, y para poder participar en el comité de Liga necesito trabajar la resolución judicial que me habilita”.
En ese sentido, y como todavía no convocó a una reunión de la comisión directiva, cosa que sí le ordenó la Justicia, desde AFA pidieron a Moretti que no firmara el libro de asistencia. Según agregaron en Ezeiza, se trató de un “resguardo legal”. “Todos lo escucharon y se fue. La verdad es que no lo esperaban, y él se mandó porque quería”, aportó otro testigo. Su principal argumento fue la resolución judicial que le permitió volver al club.
“Habló muy bien. Podés chequearlo con otros presidentes”, dijo un inteclocutor de AFA ante una consulta de LA NACION. El próximo paso es que el directivo de San Lorenzo cumpla la resolución judicial y convoque a esa reunión de la comisión directiva de su club. Según trascendió, lo haría en la próxima semana, o a más tardar, en la subsiguiente.
Este lunes, Moretti estuvo en Boedo durante un par de horas. Un grupo de hinchas, alertado de esa situación, se presentó en la puerta de la sede y exigió su inmediata salida. Ya se había instalado un fuerte y multitudinario cordón policial preventivo. Cerca de las 19, los hinchas se cruzaron con la Policía de la Ciudad y, en medio del caos, Moretti salió corriendo para resguardarse en una camioneta de la fuerza de seguridad.
Su regreso a las oficinas del club se dio en medio de un clima interno caldeado, con las secuelas de la derrota por 1-0 en el Nuevo Gasómetro frente a San Martín, de San Juan, y los grandes reclamos de los hinchas por elecciones anticipadas y la salida de toda la dirigencia. El operativo se desplegó para garantizar la seguridad del dirigente, cuya figura genera rechazo unánime, tanto en el resto de la comisión directiva como entre los socios.
Moretti regresó al edificio administrativo con la intención de retomar el control del club, luego de que la Justicia anulara la reunión de comisión directiva ocurrida el 16 de septiembre, en la que se había consumado la acefalía, y dejara sin efecto la asamblea extraordinaria que debía desarrollarse este lunes.
Lejos de la normalidad, el retorno del presidente no implica el fin de la crisis, ya que tal como lo dispuso la Justicia, Moretti debe citar en los próximos 15 días a esa reunión dirigencial que será para evaluar la continuidad o no de los miembros de la comisión directiva.
Luego de más de cinco meses, parecía que se daba la acefalía, que fue anunciada el 16 de septiembre. Sin embargo, luego de la presentación judicial del presidente, caratulada como “Moretti Marcelo Luis Ángel c/Club Atlético San Lorenzo de Almagro s/Medidas Precautorias”, la Sala B de la Cámara Civil dio la razón al directivo debido a amenazas esgrimidas en la denuncia y también a errores administrativos en el llamado a esa reunión de la comisión directiva. Entonces le permitió volver al club luego de que pagara una fianza de 40 millones de pesos, que al cambio de hoy son unos 28.300 dólares, algo más que la cifra, US$ 25.000, que se guardó en un bolsillo de su saco por la cual se enojaron los socios e hinchas azulgranas.