Real Madrid y Atlético de Madrid igualaron 1 a 1 en un derbi accidentado en el que la acción estuvo detenida durante casi 20 minutos por incidentes entre el arquero belga Thibaut Courtois y los hinchas locales.
La apertura del marcador llegó a los 18 minutos del segundo tiempo. El siempre lúcido Luka Modric abrió la pelota hacia la izquierda. Allí Vinicius Jr. la dominó y encaró a Rodrigo De Paul, a quien desbordó antes de enviar el centro. La pelota cruzó toda el área hasta que Éder Militão la controló, se acomodó y sacó el latigazo de derecha, que rozó en un defensor y vulneró la resistencia de Oblak.
El resultado le puso justicia a un partido parejo en el que los dirigidos por Carlo Ancelotti hicieron más méritos para quedarse con la victoria. Sin embargo, apenas unos minutos más tarde la acción se detuvo. A los 23, Courtois, que había celebrado con ganas el tanto de su equipo mirando a los hinchas locales, se demoró más de un minuto en realizar un saque de arco como consecuencia de los objetos que le arrojaban, molestos por la efusividad del arquero belga, que actuó en el Aleti entre las temporadas 2011 y 2014, luego pasó a Chelsea, y desde 2018 juega en Real Madrid.
Entonces, se dio una situación infrecuente: el árbitro Mateo Busquets tomó la drástica decisión de enviar a los equipos al vestuario hasta tanto no se garantice la seguridad de los futbolistas. Sorprendió la personalidad del joven juez, de solo 30 años.
Diego Simeone y varios jugadores del Aleti se arrimaron a la tribuna ubicada detrás del arco donde estaba Courtois, para apaciguar los ánimos. Varios de esos fanáticos lucían barbijos y pasamontañas, a los efectos de que no se les pudiera leer los labios cuando insultaban. Courtois, en tanto, recogió del campo varios encendedores que fueron arrojados hacia el sector donde él estaba ubicado.
El capitán Koke y José María Jiménez mantuvieron un diálogo con algunos de los hinchas para pedirles calma. ”Fue un momento de mucha tensión. No puede pasar esto en un campo de fútbol. Obviamente somos profesionales y tenemos que saber dónde estamos. No podemos echar la culpa a todos por cuatro y como jugadores hay que ser más inteligentes”, dijo Koke.
El Atlético de Madrid y el Real Madrid protagonizaron un nuevo capítulo del derbi de la capital española en el Cívitas Metropolitano. El entrenador rojiblanco, Diego Simeone, sorprendió con una alineación audaz, incluyendo a los argentinos Nahuel Molina, Rodrigo De Paul y Julián Álvarez desde el inicio, dejando a figuras como Ángel Correa, Giuliano Simeone y el arquero Juan Musso en el banco de suplentes. Koke, histórico capitán del equipo colchonero, también inició como alternativa.
Con un marco imponente de alrededor de 70 mil aficionados en el Metropolitano, ambos equipos afrontaron una lucha crucial, no solo por la rivalidad, sino también por la oportunidad de acercarse al líder Barcelona, que ayer sufrió una inesperada derrota por 4-2 ante Osasuna en Pamplona, abriéndole la puerta a sus seguidores de achicar distancias. Por eso el empate no le sirvió a ninguno.
El primer tiempo fue muy disputado, con pocas ocasiones claras pero alta tensión en cada jugada. Luka Modric se fue al descanso visiblemente molesto tras recibir una tarjeta amarilla, mientras que una jugada polémica en la que Rodrygo cayó en el área no fue sancionada como penal.
Lo mejor del partido
Por su parte, Julián Álvarez tuvo la oportunidad más clara para el Atlético en el primer tiempo, obligando a Courtois a una gran intervención. En el otro lado, Jan Oblak respondió bien ante un disparo lejano de Federico Valverde, lo más destacado en un partido que se mantuvo muy parejo en la primera mitad.
Cuando se cumplió el tiempo reglamentario, antes de los 8 de adición, Antoine Griezmann tuvo una buena chance con un tiro libre recto desde 25 metros. El balón rozó las redes del lado de afuera y se fue apenas junto al ángulo.
En los últimos minutos pasó de todo. Porque Ancelotti quiso enfriar el empuje del Aleti al utilizar las tres ventanas de cambios en cuatro minutos. De todas maneras, esa jugada le salió mal al DT italiano. Porque Angel Correa marcó el empate a los 49, después de desairar a Courtois con un movimiento de cadera.
Sin embargo, el 1 a 1 fue con suspenso porque inicialmente se había sancionado offside del delantero argentino. El VAR confirmó que el exSan Lorenzo estaba habilitado y celebró con ganas.
Sobre la hora, la tecnología le cambió el color de la tarjeta a Marcos Llorente y lo expulsó por una fuerte infracción sobre Fran García. Y más tarde, el partido concluyó con un fuerte choque de cabezas entre Tcohouamení y Le Normand, quienes por suerte pudieron recuperarse rápido.
“Siempre pienso positivo, le hemos ganado un punto al líder, estamos en una buena dinámica y estamos pensando en el partido del miércoles (en Champions ante el Lille)”, señaló el técnico blanco Carlo Ancelotti.
La síntesis
LA NACION