Otra vez la tragedia, otra vez una matanza en una escuela en Estados Unidos y esta vez con un protagonista menor de edad. Un alumno de 14 años abrió fuego en una secundaria de Georgia y mató a 4 personas y así volvió a dejar al país en shock, ya lamentablemente habituado a las dramáticas escenas de estudiantes refugiados en sus aulas mientras los padres desesperados buscaban averiguar si sus hijos están a salvo.
Los fallecidos fueron identificados como dos estudiantes y dos maestros de la escuela secundaria Apalachee en Winder, a una hora en auto de Atlanta. Al menos otras nueve personas fueron trasladadas a hospitales con heridas de distinta gravedad, informaron las autoridades.
El director de la Oficina de Investigaciones de Georgia, Chris Hosey, dijo que la policía local recibió un llamado a las 10.20 de la mañana y que los oficiales llegaron enseguida al lugar y encontraron al tirador poco después de que efectuara los disparos. El chico de 14 años, identificado como Colt Gray, de 14 años, se tiró al piso de inmediato y fue detenido.
Las autoridades investigan cómo obtuvo el arma que usó en el ataque y si mató a las personas por algún motivo. El menor enfrenta ahora cargos por asesinato y será juzgado como un adulto, se informó.
Hubo escenas de horror en la escuela. El estudiante de último año Sergio Caldera, de 17 años, dijo que estaba en clase de química cuando escuchó disparos. “Mi maestra va y abre la puerta para ver qué está pasando. Otra maestra entra corriendo y le dice que cierre la puerta porque hay un tirador activo», dijo Caldera a ABC News.
Dijo que su maestra cerró la puerta con llave y los estudiantes corrieron al fondo del salón. Caldera dijo que escucharon gritos desde el exterior mientras «se acurrucaban».
En algún momento, Caldera dijo que alguien golpeó la puerta de su salón de clases y gritó «¡abran!» varias veces. Cuando cesaron los golpes, Caldera dijo que escuchó más disparos y gritos. Dijo que su clase fue evacuada más tarde al campo de fútbol.
«Estaba asustado porque nunca había estado en un tiroteo en una escuela», dijo Kyson Stancion que estaba en clase cuando escuchó los disparos. «Todo el mundo estaba llorando. Mi maestra trató de mantener a todos a salvo», agregó.
Afuera también había pánico. Jonathan, padre del alumno Jayden Mills, dijo que experimentó una «montaña rusa emocional» cuando él y su esposa corrieron a la escuela y esperaron para comunicarse con su hijo. Fue «abrumador» pero “emocionante” cuando lograron encontrarse con su hijo, estudiante de tercer año.
El tiroteo en la escuela fue apenas el último de docenas en todo Estados Unidos en los últimos años, incluidos los especialmente mortales en Newtown, Connecticut, Parkland, Florida, y Uvalde, Texas. Los asesinatos en las aulas han desatado fervientes debates sobre el control de armas y alarman a los padres cuyos hijos crecen acostumbrados a los simulacros de un tirador activo en las aulas. Pero desde Washington se ha hecho poco para mover el tema en las leyes nacionales de armas.
Era de esperar que el tema impactara en la campaña presidencial. El presidente Joe Biden dijo que «Jill y yo estamos de luto por las muertes de aquellos cuyas vidas se vieron truncadas debido a más violencia armada sin sentido y pensamos en todos los sobrevivientes cuyas vidas han cambiado para siempre», dijo en un comunicado. «Los estudiantes de todo el país están aprendiendo a agacharse y cubrirse en lugar de a leer y escribir. No podemos seguir aceptando esto como algo normal».
La candidata demócrata Kamala Harris dijo en un evento de campaña en New Hampshire: «Esta es simplemente una tragedia sin sentido además de tantas tragedias sin sentido», dijo. «Tenemos que poner fin a esta epidemia de violencia armada». «Este es uno de los muchos temas que están en juego en estas elecciones», agregó.
«Aprobemos finalmente una prohibición de armas de asalto y verificaciones universales de antecedentes y leyes de bandera roja», dijo. «Es una falsa elección decir que o estás a favor de la Segunda Enmienda, o que quieres quitarle las armas a todo el mundo. Estoy a favor de la Segunda Enmienda, y sé que necesitamos leyes razonables de seguridad de armas en nuestro país».
Por su parte, el candidato republicano Donald Trump posteó en Truth Social: “Nuestros corazones están con las víctimas y los familiares de los afectados por el trágico evento en Winder. Estos queridos niños nos fueron arrebatados por un monstruo enfermo y trastornado«.
Antes de la matanza de este miércoles, había habido 29 asesinatos masivos en Estados Unidos en lo que va del año, según una base de datos elaborada por The Associated Press y USA Today en asociación con la Universidad Northeastern. Al menos 127 personas han muerto en esos asesinatos, que se definen como incidentes en los que cuatro o más personas mueren en un período de 24 horas, sin incluir al asesino, la misma definición utilizada por el FBI.
El año pasado terminó con 217 muertes de 42 asesinatos masivos en Estados Unidos, lo que convierte a 2023 en uno de los años más mortíferos registrados para este tipo de tiroteos en el país.