León XIV celebró la última audiencia papal del Año Santo 2025 y convocó para el 7-8 de enero un Consistorio de cardenales para afrontar la segunda fase de su pontificado, iniciada el 8 de marzo con su elección.
El Papa dijo que “la esperanza permanece, debemos escuchar y orar por el clamor de la tierra y el grito de los pobres”. “Toda la creación junta” es el grito.
“Dios ha destinado los bienes de la creación para que todos los compartamos”, agregó el pontífice.
En la primera fase, los esfuerzos mayores de León han sido dominados por el cumplimiento de las obligaciones del Año Santo que concluye. También ha dedicado sus esfuerzos a concluir los asuntos pendientes del pontificado del Papa Francisco, que falleció el 21 de abril.
Hoy, durante la bendición del Ángelus del Mediodía, el Papa bendijo especialmente las imágenes y estatuillas del niño Jesús que llevaron a la plaza de San Pedro miles de niños. El pontífice, desde la ventana de su estudio en el tercer piso del Palacio les dio la bendición “para que todos los niños del mundo puedan vivir en paz”.
Con respecto a la segunda fase del pontificado que se inicia, el 7 de enero, el Vaticano destacó que su primer consistorio estará dedicado a “fomentar el discernimiento común y ofrecer apoyo y consejo al Santo Padre en el ejercicio de su alta y grave responsabilidad en el gobierno de la Iglesia universal”.
El primer objetivo de la segunda fase de su pontificado, comenzará cuando se reúna el Consistorio Extraordinario. Su objetivo es restablecer una estrecha colaboración con todos los cardenales que lo asisten en el gobierno de la
“El encuentro se desarrollará durante dos días y se caracterizará por momentos de comunión y fraternidad para fomentar el discernimiento compartido y ofrecer apoyo y consejo al Santo Padre en el ejercicio de su alta y significativa responsabilidad”, explicó el Vaticano.
El Consistorio de dos días servirá también para fortalecer la comunión entre el Obispo de Roma y los cardenales, llamados a colaborar de manera especial en su preocupación por el bien de la Iglesia universal”.
El Papa León busca que haya un nuevo equilibrio entre los progresistas y conservadores del Sacro Colegio de cardenales, para superar la polarización que ha predominado en los últimos años, sobre todo en materia litúrgica.

