A capela, cientos de gargantas forzaban la entonación del himno venezolano este martes por la tarde, en la Plaza de las Cortes de Madrid. Ahí mismo, sobre ese triángulo de cemento con árboles que ofrecen reparo al sol que todo lo devora en la vereda de enfrente, donde dos leones custodian el ingreso principal del Congreso de los Diputados, decenas de manos sostenían carteles que clamaban por la libertad de Venezuela y ungían presidente a Edmundo González Urrutia, el ex candidato opositor al chavismo que acaba de exiliarse en España.
“Todos los venezolanos reunidos reivindicando el mandato del 28 de julio”, había convocado por redes, desde su país, María Corina Machado, la carismática líder que impulsó la candidatura de González Urrutia cuando el régimen de Nicolás Maduro logró inhabilitar la suya para las elecciones de julio.
“Venezuela, valiente, tu pueblo está presente” y “España, escucha, ésta es tu lucha” fueron parte de las consignas que corearon, durante dos horas, los manifestantes mientras del otro de la calle, en el hemiciclo de la Cámara, el Parlamento debatía una proposición -no de ley- del Partido Popular (PP), con la intención de presionar al gobierno de Pedro Sánchez para que reconozca la legitimidad de Edmundo González Urrutia como presidente electo.
Porque a pesar de que España le concederá el asilo político que el ex candidato opositor, de 75 años, solicitó cuando el régimen de Maduro libró una orden de captura en su contra, el gobierno de coalición de Sánchez se mantiene alineado con la posición de los 27 países de la Unión Europea: exigir las actas electorales -que un Nicolás Maduro autoproclamado ganador se niega a exhibir- antes de reconocer al legítimo vencedor de las urnas.
Gesto simbólico
El PP conseguirá reunir la mayoría absoluta a favor de su proposición. Grupos parlamentarios como el de Vox y el del Partido Nacionalista Vasco ya confirmaron que apoyarán la iniciativa que, sin embargo, tiene un mero valor simbólico.
“Ahora el señor Sánchez lo llama (a González Urrutia) ‘héroe’ y dice que no lo abandonará. Héroes son todos los demócratas venezolanos. Edmundo es algo más. Es el electo por los héroes. Y no reconocerlo es abandonarlo. A él y al pueblo que lo votó”, dijo la diputada del PP Cayetana Alvarez de Toledo durante su exposición.
Fue Cristina Narbona, diputada del PSOE, quien le retrucó: “Es engañar a los venezolanos que nos acompañan haciéndoles creer que el simple reconocimiento de Edmundo González como presidente electo es una especie de varita mágica que hace desaparecer por encanto al señor Maduro. Ojalá fuera así. Pero bien sabemos que las cosas no funcionan de esa manera”.
Desde China, en una charla informal con los periodistas que lo acompañan en la gira que está realizando para mejorar los vínculos comerciales con Xi Jinping, Pedro Sánchez definió como un “gesto humanitario” el asilo que España le concederá a González Urrutia y desestimó lecturas políticas. Sánchez se reunirá con el ex candidato opositor apenas regrese a España.
Mensaje de González Urrutia
En los asientos superiores del hemiciclo, que suelen estar reservados para los invitados, el líder opositor venezolano Leopoldo López, el ex alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, y la hija de Edmundo González Urrutia, Carolina, seguían el debate parlamentario que se votará este miércoles.
González Urrutia aterrizó con su esposa el domingo por la tarde en Madrid, donde la menor de sus hijas vive desde hace una década.
Fue ella, Carolina, quien cruzó luego hasta la Plaza de las Cortes para leer en voz alta un mensaje que su padre envió a los venezolanos que se manifestaban fuera del Congreso.
“Hago un llamado a la comunidad internacional a redoblar los esfuerzos por la restitución de la democracia y la libertad en Venezuela. La voluntad del pueblo expresada el 28 de julio tiene que ser respetada y la haremos respetar”, leyó Carolina ante la multitud.
“María Corina y yo les aseguramos que esta lucha que iniciamos continuará hasta alcanzar los objetivos que nos pusimos, hasta el final”, escribió González Urrutia.
“Compatriotas no desmayen, que no los defraudaré”, fueron las palabra con la que cerró su mensaje a los venezolanos en el exilio.