Estados Unidos anunció el miércoles sanciones contra ejecutivos de RT, un medio de noticias financiado por el Estado ruso, y otras personas, a las que acusó de hacer «esfuerzos de influencia maliciosa» contra las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024.
El Departamento del Tesoro estadounidense reseñó a dos entidades y diez personas, entre ellas la editora en jefe de RT, Margarita Simonovna Simonyan, y su adjunta Elizaveta Yuryevna Brodskaia.
El medio es acusado de reclutar de forma encubierta a «influenciadores estadounidenses involuntarios» para apoyar una «campaña» de RT, antes conocido como Russia Today.
Además, el secretario de Justicia Merrick Garland dijo que las medidas responden al uso ruso de la prensa estatal para hacer que ciudadanos estadounidenses, sin saberlo, diseminen propaganda y desinformación.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, dijo que la entidad «no vacilará» en el compromiso de «salvaguardar nuestros principios democráticos y la integridad de nuestros sistemas electorales».
Según el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, dos empleados de RT fueron acusados en Nueva York por lavado de dinero y violación de la Ley de Registro de Agentes Extranjeros.
Se les acusa de financiar una empresa con sede en el estado de Tennessee «para difundir contenido considerado favorable al gobierno ruso», añadió.
RT reaccionó a través de su canal en Telegram y desestimó las acusaciones de Estados Unidos las calificó como «trillados clichés».
«Tres cosas son inevitables en la vida: la muerte, los impuestos y la ‘interferencia de RT en las elecciones estadounidenses'», ironizó el medio.
Simonyan fue una «figura central en los esfuerzos de influencia maliciosa del gobierno ruso», mientras que Brodskaia «informó al presidente ruso» Vladimir Putin y a otros funcionarios, dijo el Departamento del Tesoro sobre las dos editoras de RT.
A través del portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, la Casa Blanca aseguró que Putin «estaba al tanto de las actividades de RT» para interferir en las elecciones de 2024 en Estados Unidos.
Washington ha acusado a Moscú de tratar de influir en las elecciones presidenciales desde la contienda de 2016 entre el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton.
Tras las elecciones de 2020, funcionarios de inteligencia estadounidenses han señalado a Putin de autorizar «operaciones de influencia» para favorecer la votación de Trump.