Este sábado de Yom Kippur, el Dia de la Expiación, la máxima celebración religiosa judía, los disparos y cañonazos en el sur del Líbano disparados por las tropas israelíes siguen escalando en lo que los europeos consideran un escenario “horrible”.
Con el herido de este sábado, son cinco los cascos azules del contingente FINUL de las Naciones Unidas internados en hospitales, en los últimos días, que tiene una fuerte presencia europea entre sus diez mil soldados.
Se refuerza la declaración común de Italia, Francia y España de denunciar en coro unánime, “indignados”, los reiterados ataques de Israel a las tropas de las Naciones Unidas que tienen la misión desde hace años de separar a los contendientes en la zona donde los israelíes buscan desplazar del sur del Líbano a las fuerzas de Hezbollah, el movimiento musulmán aliado a Irán.
Se ha llegado a un punto límite. Los gobernantes Giorgia Meloni, Emmanuel Macron y Pedro Sánchez reclaman ya casi a los gritos que Israel deje de atacar a las tropas enemigas sin tener en cuenta a las fuerzas de paz de las Naciones Unidas.
“Muy pronto el conflicto se puede puede convertir en regional con consecuencias catastróficas para todos”, dijo el portavoz de FINUL, Andrea Tenenti.
El gobierno español, que comanda en estos momentos a los diez mil cascos azules de las Naciones Unidas, va más lejos. Pide a la Unión Europea que revea los acuerdos de asociación con Israel.
Italia, Francia y España expresaron “condena” e “indignación”, por lo que está ocurriendo con los ataques a los cascos azules. Destacaron que estas acciones “constituyen una grave violación de las obligaciones de Israel”.
El ejército israelí admitió haber disparado cerca de la base de las fuerzas de paz en Naqoura, en un incidente en el que resultaron heridos dos cascos azules indonesios, pero acusó de lo ocurrido a Hezbollah por “operar” cerca de los puestos de la misión de la ONU. El miércoles, jueves, viernes y sábado se registraron ataques y otros tres heridos, dos de ellos indonesios.
El canciller Antonio Tajani dijo que Italia espera que Israel entregue una información certera para saber si de su parte hubo “una decisión política o militar sobre el terreno”.
El contingente italiano de las fuerzas de la ONU es de 1.200 soldados. “Lo que ha pasado es inaceptable”, dijo Tajani, quien explicó que había hablado con el presidente de Israel, Isaac Herzog, “porque nos habían confirmado que nuestros soldados no serían atacados”.
Tensión diplomática
La primera ministro Giorgia Meloni protestó “formalmente” ante las autoridades israelíes, y el ministro de Defensa Guido Crosetto convocó el jueves pasado al embajador israelí en Roma, Jonathan Peled.
El temor creciente es que un ataque israelí cause víctimas fatales, desatando un escándalo que desestabilice a Italia, Francia y España y desate una oleada de protestas en las plazas y las calles.
Meloni, Macron y Sánchez recordaron a los israelíes su condición de “naciones que contribuyen desde hace mucho tiempo a la Finul y son socios del Líbano e Israel”. Firmaron una declaración que dice: “Estos ataques constituyen una grave violación de las obligaciones de Israel en virtud de la resolución de las Naciones Unidas y del derecho internacional humanitario”. Los ataques “deben terminar de inmediato”.
Italia, Francia y España reclaman “un cese total de hostilidades entre Israel y el grupo libanés Hezbollah, la retirada de las fuerzas israelíes del Líbano, su reemplazo por fuerzas libanesas y de la Finul, y el desarme de los grupos armados”.
Cabe destacar que en las 24 horas del viernes murieron 60 personas y otras 124 fueron heridas en el Líbano, donde se registraron en el último año 57 ataques aéreos y bombardeos, sobre todo en Beirut y en el valle de la Bekaa. Los fallecidos suman 2.229 y los heridos llegan a 10.380.
El secretario general de las Naciones Unidas, el portugués Antonio Guterres, afirmó que los ataques israelíes contra los cascos azules de la ONU “son una violación del derecho internacional humanitario”. Guterres había sido declarado por el premier israelí Benjamin Netanyahu “persona non grata” en Israel.
El subsecretario Jean Pierre Lacroix dijo que la situación en el sur del Líbano es “cada vez más alarmante para la seguridad de los cascos azules, en creciente peligro”. La invasión israeli en la operación “Northen Arrows” ha obligado “a confinar a los cascos azules en sus bases con períodos en los bunkers, lo que significa un grave obstáculo para la libertad de movimiento de la misión”.
Italia guía el sector oeste donde operan 3.600 hombres de 17 de los casi cincuenta países que participan de la misión de paz, con una participación de diez mil militares de la fuerza ONU. Se agregan unos 800 miembros civiles que han debido ser trasladados a lugares seguros, aumentando los problemas. Los italianos operan con 374 medios terrestres y media docena de aviones.
El ministro de Defensa italiano dijo que “estamos en el Líbano y allí seguiremos. No nos moveremos porque alguno cree que con la fuerza nos obligará a desplazarnos. Allí restaremos con la fuerza del mandato de las Naciones Unidas.
El primer ministro de Gran Bretaña Keir Starmer, criticado en Europa porque es un fuerte vendedor de armas a Israel, se declaró “horrorizado” por las noticias de ataques deliberados de fuerzas israelíes contra el contingente de Naciones Unidas.
El ejército israelí ordenó este sábado evacuar 22 localidades del sur del Líbano para combatir contra la milicia Hezbollah y ordenó a la población civil que se desplace al norte del río Awali, a 60 kilómetros de distancia de la frontera libanesa con Israel.