Gran Bretaña decidió suspender la exportación de 30 licencias de armas a Israel, ante el riesgo de que el armamento británico sea usado para cometer “serias violaciones de la ley internacional humanitaria” y su utilización contra civiles en Gaza. Una decisión anunciada por su canciller David Lammy. Incluye componentes de aviones de combate, helicópteros, drones y equipamientos para objetivos en el terreno.
Aunque la suspensión solo incluya 30 de las 350 licencias de exportación y representa el 0,02 por ciento del arsenal defensivo israelí, la decisión generó una enorme crisis entre ambos países.
El primer ministro Benjamin Netanyahu, asediado por una huelga general en Israel contra su voluntad de no negociar la liberación de los rehenes, los videos de los rehenes hablando antes de ser ejecutados por Hamas, consideró “vergonzante” la decisión del gobierno británico, que exigió al mismo tiempo “un inmediato cese de hostilidades”, junto a Francia.
El canciller David Lammy lanzó el anuncio en la primera sesión pos verano de la Cámara de los Comunes. La crisis con Israel se iba a extender a Francia también, donde Emmanuel Macron exigía “el inmediato fin de la guerra”.
La respuesta de Benjamin Netanyahu
Netanyahu dijo que la decisión de Sir Keir Starmer de suspender la venta de armas a Israel era “vergonzante” y “sólo fortalece a Hamas”.
“Días después de que Hamas ejecutara a seis rehenes israelíes, el gobierno británico suspender 30 licencias de armas a Israel”, dijo.
“Esta vergonzosa decisión no cambia la decisión israelí de derrotar a Hamas, una organización terrorista genocida que salvajemente haya asesinado 1200 personas el 7 de octubre, incluidos 14 ciudadanos británicos”, prosiguió el jefe de gobierno de Israel.
A el se sumó, Sir Ephraim Mirvis, el jefe de los rabinos en Gran Bretaña. “Cuando Israel hace frente a las amenazas de Irán y sus proxies, no solo nuestra gente, pero todos nosotros en las democracias occidentales, este anuncio alimenta el falso relato de que Israel está rompiendo la ley internacional humanitaria, cuando de hecho está haciendo cosas extraordinarias cosas para respetarla. Tristemente, este anuncio servirá para alentar nuestros compartidos enemigos”, denunció el rabino.
El ex primer ministro Boris Johnson defendió a Israel. «Hamas sigue manteniendo como rehenes a muchos judíos inocentes mientras Israel intenta evitar que se repita la masacre del 7 de octubre. ¿Por qué Lammy y Starmer abandonan a Israel? ¿Quieren que Hamas gane?”, se preguntó.
Los argumentos de Londres
Ahora, John Healey, el secretario de Defensa británico, ha defendido la decisión, señalando que «no hay una prohibición general».
Dijo a Sky News que el Reino Unido tiene un «deber con el estado de derecho» y una «responsabilidad legal de revisar las licencias de exportación de armas».
Según el funcionario, el asesoramiento legal indicaba que había un «riesgo claro» de que los 30 componentes militares pudieran ser considerados una «grave violación del derecho internacional humanitario».
«Hemos suspendido las licencias de exportación de esos componentes y no hemos afectado a ninguna de las más de 300 exportaciones que realizamos a Israel que pueden usarse con fines defensivos o que no tienen nada que ver con el conflicto», añadió.
«No hay una prohibición general. No hay un embargo de armas. Es una cuestión artículo por artículo, licencia por licencia», aclaró.
Las suspensiones podrían levantarse si se considera que los componentes ya no representan un riesgo de violación del derecho internacional.
También reiteró la necesidad de un alto el fuego en la región, diciendo que esa es la forma en que se liberarán los rehenes y la ayuda llegará a Gaza.
«Esa es la forma en que allanaremos un camino a largo plazo hacia una paz duradera en la región», dijo el secretario de Defensa.
El Reino Unido ha ido más lejos que Estados Unidos, que ha amenazado con suspender las exportaciones, pero no lo ha hecho. Kamala Harris, candidata demócrata a la presidencia, ha descartado tal decisión y ha afirmado que su apoyo a Israel es “inequívoco”.