El presidente Vladimir Putin advirtió este jueves que autorizar a Ucrania a usar armamento occidental de largo alcance contra objetivos en Rusia significaría que la OTAN está «en guerra con Rusia».
«Si esa decisión se toma no significará otra cosa que la participación directa de los países de la OTAN, de Estados Unidos y de los países europeos, en la guerra en Ucrania», lanzó en la televisión pública tras intervenir en un foro cultural en San Petersburgo.
«Eso significará que los países de la OTAN, Estados Unidos y los países europeos, combaten contra Rusia», agregó.
Putin subrayó que dicha decisión cambiará «la misma naturaleza del conflicto», en alusión a que ya no se reducirá a una guerra entre los ejércitos ruso y ucraniano.
«Si eso es así (…), tomaremos las correspondientes decisiones partiendo de las amenazas que nos creen«, dijo.
El líder ruso insistió en que, en realidad, la OTAN no está autorizando a Ucrania el uso de esos misiles de largo alcance, sean los ATCAMS o los Storm Shadow, ya que el ejército ucraniano no tiene la capacidad técnica para hacerlo.
Putin subrayó que, según la opinión de expertos rusos y occidentales, esos misiles sólo se pueden lanzar contra territorio ruso con la ayuda de los datos de inteligencia de los satélites de Estados Unidos o los países de la Unión Europea, ya que Ucrania carece de ellos.
«Y lo más importante es que, de hecho, las misiones de vuelo sólo pueden ser determinadas por los militares de los países de la OTAN», dijo.
La advertencia del líder del Kremlin llega en momentos en que Ucrania espera recibir por fin el permiso para atacar territorio ruso con misiles occidentales de largo alcance, ya que eso aumentaría significativamente la capacidad defensiva ucraniana al poner en la mira cientos de objetivos militares rusos, entre ellos más de una decena de aeródromos.
El levantamiento de la prohibición se convertirá en uno de los temas centrales de la reunión que mantendrán este viernes los líderes de Estados Unidos y el Reino Unido, Joe Biden y Keir Starmer, tras la visita conjunta a Kiev el miércoles de los representantes de Relaciones Exteriores de ambos países, Anthony Blinken y David Lammy, respectivamente.
Al respecto, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, aseguró que Occidente ya dio permiso «hace mucho» a Ucrania para atacar territorio ruso con misiles de largo alcance.
Lavrov calificó de «escenificación» la visita por parte de Blinken y Lammy, quienes habrían abordado dicho asuntos con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
«Cada día aumenta de manera drástica el número de ataques (ucranianos) contra objetivos civiles y los disparos contra civiles. (…) Los especialistas militares occidentales coordinan literalmente de manera manual los ataques con armas de alta precisión», dijo.