Tras otro día complicado para las fuerzas del Kremlin que defienden su frontera con Ucrania, Kiev reivindicó ayer nuevos avances en territorio de Rusia sumando el control de 74 localidades de la región de Kursk, aunque aseguró que no pretende retener los cerca de 1.000 kilómetros cuadrados que ocupa con sus tropas y tanques en esa zona y aledaños, sino “proteger la vida de nuestra gente”.
El comandante del ejército ucraniano Oleksander Sirski afirmó ayer que sus soldados y tanques habían “avanzado en algunas zonas entre uno y tres kilómetros” durante el día, tomando el control de “40 kilómetros cuadrados” adicionales. Ucrania había afirmado el lunes que controla 1.000 kilómetros cuadrados de territorio ruso (una superficie equivalente a cinco ciudades de Buenos Aires).
En paralelo, aunque desde Moscú afirmaron que las defensas habían “desbaratado los intentos” ucranianos “de penetrar profundamente” en esta área fronteriza occidental, el gobernador regional de Kursk, Alexéi Smirnov, reconoció no obstante que las fuerzas de Kiev controlan una área de 40 kilómetros de ancho y 12 kilómetros de profundidad en territorio ruso.
Ayer, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, describió como combates “difíciles e intensos” los choques en esa zona fronteriza, donde sus tropas se adentraron inesperadamente el 6 de agosto, sorprendiendo a Moscú. Los expertos afirman que se trata de la mayor incursión de un ejército extranjero en suelo ruso desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Prisioneros
“Hay 74 poblados bajo el control de Ucrania. Se están realizando inspecciones y medidas de estabilización”, declaró Zelenski en Telegram. Y aseguró que “cientos” de rusos fueron hechos prisioneros.
En el pasado, Ucrania había realizado incursiones breves en suelo adversario, pero en general golpeaba con cohetes y drones, con los que incluso llegó a atacar en áreas de Moscú. Pero nunca se había adentrado hasta 40 kilómetros en territorio ruso, sosteniendo sus posiciones durante casi una semana.
Ayer, pese a este estado de cosas que inquieta a la cúpula del Kremlin, Ucrania declaró que no desea anexionarse ningún territorio tomado en Kursk y aseguró que su operación cesará si Moscú acepta una “paz justa”. “Ucrania no desea permanecer en la zona”, dijo el portavoz de la cancillería de Kiev, Gueorgui Tiji, ante la prensa. Precisó que la incursión sólo busca proteger al territorio ucraniano de ataques de largo alcance desde Kursk. Kiev afirma que Moscú ha lanzado más de 2.000 ataques desde esa región con misiles, artillería, morteros y drones. “El propósito de esta operación es proteger el territorio de Ucrania”, dijo Tiji.
La exrepública soviética se enfrenta desde febrero de 2022 a la invasión ilegal lanzada por Moscú, que ocupa hasta el 20% de territorio ucraniano, incluida la península de Crimea, anexionada en 2014.
Putin, quien siempre se jactó de controlar sus fronteras, se vio humillado por la inesperada y exitosa incursión ucraniana y declaró que se trataba de “una provocación a gran escala”. El mandamás ruso pareció así justificar su invasión ilegal a Ucrania, rechazando que supuestamente se haga lo mismo con su territorio.
Ayer, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, le replicó en la misma línea argumental, afirmando que, si no le gusta la incursión ucraniana, Rusia “puede simplemente abandonar Ucrania”.
El ejército ruso, que envió refuerzos materiales y humanos, declaró ayer que sigue infligiendo grandes pérdidas a los ucranianos en el área de Kursk, de la que más de 130.000 habitantes ya fueron evacuados. Alexei Smirnov, gobernador regional, anticipó que otros 60.000 serían desplazados a sitios más seguros más adelante. Al menos doce civiles murieron y un centenar fueron heridos en la incursión ucraniana, según Moscú. Unos 20.000 civiles están siendo evacuados de la región ucraniana de Sumy y se ampliaron las restricciones de viaje para los residentes cerca de la frontera.
Según dijo Zelenski el lunes, la incursión busca “desplazar la guerra al territorio del agresor”. El ejército del Kremlin había tenido ventaja desde el inicio de la ofensiva.