El Gobierno de Venezuela calificó este lunes como un acto de «piratería» la confiscación que «ilegalmente» ejecutó Estados Unidos al avión que utilizaba el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
A través de un comunicado divulgado por el canciller venezolano, Yván Gil, a través de Télegram, Caracas denunció ante la comunidad internacional que «una vez más», las autoridades de EE.UU. vuelven a ejecutar «una práctica criminal reincidente que no puede ser calificada de otra cosa que no sea de piratería».
EE.UU., añade el comunicado, «ha confiscado ilegalmente una aeronave que ha venido siendo utilizada por el Presidente de la República, justificándose en las medidas coercitivas que de manera unilateral e ilegal, impone alrededor del mundo».
Incautado
Un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional confirmó a Telemundo 51 y NBC6 que la aeronave llegó al Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale.
El avión llegó a Fort Lauderdale procedente del Aeropuerto Internacional La Isabela, en Santo Domingo.
Según explica CNN, el avión es el equivalente venezolano al Air Force One, la nave oficial del presidente de Estados Unidos, aunque el aparato confiscado es una nave de mucho menor porte que el Boeing 747 de Joe Biden.
Al avión se lo ha visto en varias visitas de Maduro al exterior.
«Esto envía un mensaje a la cúpula» (venezolana), dijo uno de los funcionarios estadounidenses a CNN. «Incautar el avión de un jefe de Estado extranjero es un hito en asuntos criminales. Estamos enviando un mensaje claro de que nadie está por encima de la ley, nadie está fuera del alcance de las sanciones estadounidenses».
Siempre según la cadena norteamericana, el avión está valuado en unos 13 millones de dólares y se encontraba en República Dominicana desde hacía algunos meses.
Las fuentes no explicaron por qué se presentó la oportunidad de confiscar la aeronave ahora.
Indicaron sin embargo que varias agencias federales estuvieron involucradas en la incautación, como el Departamento de Seguridad Nacional, el Departamento de Comercio, la Oficina de Industria y Seguridad y el Departamento de Justicia.
«Los funcionarios estadounidenses trabajaron estrechamente con la República Dominicana, que notificó a Venezuela sobre la incautación, según uno de los funcionarios estadounidenses», dice CNN. Y agrega que «el siguiente paso, al llegar a Estados Unidos, será buscar la confiscación de la aeronave, lo que significa que el Gobierno venezolano tiene la oportunidad de solicitarla».
República Dominicana notificó a Caracas
Los funcionarios estadounidenses trabajaron estrechamente con la República Dominicana, que notificó a Venezuela sobre la incautación, según uno de los funcionarios estadounidenses
Según usuarios, que reaccionaron a la información en las redes sociales, no se trataría del mayor de los aviones oficiales del gobierno venezolano sino uno menor, usualmente utilizado por la vicepresidente Delcy Rodríguez.
El gobierno venezolano no tiene una cantidad específica de aviones para viajes oficiales, ya que utiliza tanto aviones comerciales como aviones privados alquilados según sea necesario. Sin embargo, se estima que la flota aérea del gobierno incluye alrededor de 30 aviones, incluyendo aviones de transporte militar y aviones privados utilizados por altos funcionarios del gobierno.
¿Por qué incautaron el avión de Maduro?
La incautación se dio en el marco de las investigaciones que lleva adelante el gobierno de Estados Unidos sobre las prácticas corruptas del gobierno de Venezuela.
El gobierno de Estados Unidos mantiene una orden de captura contra Maduro sobre quien pesa una recompensa de 15 millones de dólares.
Los cargos por los que se busca a Maduro incluyen «narcoterrorismo, corrupción y tráfico de drogas», en una causa abierta por un juzgado federal de Nueva York en 2021.
En abril de este año, Estados Unidos reimpuso sanciones al sector petrolero y gasífero de Venezuela en respuesta a la decisión del Gobierno de Maduro de impedir que se llevara a cabo una «elección inclusiva y competitiva».
Estados Unidos y Venezuela habían acordado el año pasado en Barbados una vía para «restaurar la democracia» en le país caribeño.
El acuerdo implicaba el compromiso de Venezuela de celebrar elecciones justas a cambio de que Estados Unidos levantara ciertas sanciones sobre el sector petrolero.