El agua no solo es clave para la vida en la Tierra, también es el compuesto que da a nuestro planeta su característico color azul, puesto que océanos y mares cubren aproximadamente dos tercios de su superficie. Nuestro pequeño planeta rocoso cuenta con abundante agua, pero solo una pequeña fracción es agua dulce.
Un fracción, además, que parece estar menguando.
Nuevo estudio. Un estudio de la agencia espacial estadounidense, la NASA, del Centro Aeroespacial Alemán y del centro de investigaciones GFZ (Deutsches GeoForschungsZentrum) ha detectado una caída en la cantidad de agua dulce en nuestro planeta. Una caída abrupta ocurrida alrededor de del año 2014 y cuyos efectos aún perduran.
El 2,5%. Nuestro planeta cuenta con aproximadamente 35 millones de kilómetros cúbicos de agua dulce, lo que representa el 2,5% del total de agua de la Tierra. Sin embargo no todo ese agua dulce es aprovechable: cerca del 68,7% (más de 24 millones de km³) está en forma sólida en los polos, glaciares y zonas permanentemente nevadas.
Del agua dulce y líquida, algo más del 30% (10,5 millones de km³) están en la tierra, mientras que el resto se reparte entre lagos, pantanos y ríos. El agua dulce también puede encontrarse en la atmósfera (casi 13.000 km³ se mantienen en suspensión o estado gaseoso) y en los seres vivos (unos 1.120 km³).
1.200 kilómetros cúbicos. Ahora quizás haya que ajustar ligeramente estos datos, ya que según los cálculos realizados por el equipo germano-estadounidense, los acuíferos de nuestro planeta han perdido unos 1.200 kilómetros cúbicos de agua en las últimas décadas. El resultado es fruto de la comparación de los promedios de dos periodos: uno entre 2002 y 2014, y otro entre 2015 y 2023.
GRACE. El equipo detectó este cambio atendiendo a las fluctuaciones en la gravedad terrestre. Para ello utilizaron los datos compilados por los satélites GRACE (Gravity Recovery and Climate Experiment), un proyecto de las agencias espaciales estadounidense y alemana y del centro de investigación en geología GFZ.
Los satélites permitieron estudiar mes a mes las fluctuaciones en la gravedad terrestre, asociando estos cambios a la cantidad de agua presente en el subsuelo en distintas regiones del planeta. El trabajo fue publicado en forma de artículo en la revista Surveys in Geophysics.
Qué ha pasado. ¿Cómo es posible que hayamos perdido 1.200 trillones de litros de agua? El problema está en las sequía. El ser humano (con el resto de seres vivos) necesita agua, solo que en nuestro caso no es solo nuestra subsistencia lo que depende de esta, también nuestra economía, incluyendo industria, agricultura y servicios. Cuando las aguas superficiales no bastan, tenemos que recurrir a los acuíferos, explica la NASA.
Este fue el caso entre 2014 y 2016, cuando una serie de sequías en lugares distantes como Brasil, Australasia, Europa, las Américas y África implicó una creciente presión sobre las aguas subterráneas de casi todo el planeta. Esta sequía, que desde la NASA asocian a un evento especialmente severo de El Niño. Según señalan, el nivel de los acuíferos aún no ha podido restaurarse desde entonces.
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