Eric Schmidt, antiguo CEO de Google, ha hecho unos polémicos comentarios al sugerir que debemos priorizar el desarrollo de la IA por encima del cumplimiento de los objetivos climáticos globales, según recoge Business Insider.
Por qué es importante. Sus comentarios ponen sobre la mesa un dilema que requiere honestidad, perspectiva a largo plazo y claridad: ¿debemos apostarlo todo hacia la innovación tecnológica sin límites, o la protección medioambiental debe servir como línea roja?
El contexto. Los centros de datos que alimentan a las herramientas de IA son glotones de energía, e irán a más: se prevé que su demanda se triplique en los próximos seis años. Los objetivos de reducción de emisiones, en el aire.
Schmidt dijo que los objetivos climáticos actuales son demasiado ambiciosos y que como sociedad no estamos preparados para lograrlos, por lo que considera que prefiere apostar por la IA para resolver el problema en lugar de limitarla… y así y todo seguir teniendo ese problema.
- El ex-CEO tiene una postura optimista hacia la IA: según su forma de verlo, será más fácil encontrar soluciones a los problemas ambientales que genera gracias a la propia IA que sin ella.
- Tan cierto es que el consumo de los centros de datos para la IA es altísimo e irá a más… como que ya hay tecnologías en desarrollo para hacerlos más eficientes.
Al fin y al cabo, el volumen de negocio que genera esta tecnología es por sí mismo un gran incentivo para que otros actores busquen formas de aumentar su eficiencia energética, reduciendo el consumo y las emisiones.
Entre líneas. Schmidt considera a la IA una fuerza imparable que no podemos ni debemos contener. Esa inevitabilidad es la que la hace, según su visión, incompatible con la sostenibilidad ambiental.
La pregunta es si es posible encontrar un equilibrio entre el desarrollo tecnológico y el avance de la IA con la preservación del planeta… o si en realidad es una disyuntiva y simplemente hemos de elegir.
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