El concepto de perfección se presentó en la vida de Steve Jobs cuando era un niño y fue evolucionando con el paso del tiempo hasta convertirse en una especie de obsesión que reprodujo en muchos ámbitos de su vida. Walter Isaacson contó hace unos años una imperdible anécdota del empresario tecnológico.
Un día como cualquier otro, un jovencísimo Jobs estaba ayudando a su padre a construir una valla alrededor de su casa familiar en Mountain View. Mientras trabajaban, Paul Jobs compartió un consejo con él: “Tienes que hacer la parte trasera de la valla, para que nadie la vea, tan bonita como la parte delantera de la valla”.
La obsesión de Jobs
El futuro cofundador de Apple acababa de recibir una lección que jamás olvidaría. A mediada de creció, y particularmente cuando formó parte de la compañía de la manzana, Steve se obsesionó con el diseño. Él quería que los Macintosh fueran hermosos, incluso por dentro. No se conformaba fácilmente. Le gustaba llevar las cosas al límite.
La búsqueda de la perfección de Jobs, como decimos, también alcanzó su vida personal. Comprar un simple mueble era una auténtica odisea, incluso durante mucho tiempo vivió un estilo de vida casi espartano, con su casa prácticamente vacía. A la hora de mandar a construir su yate no dudó en exigir algo menos que único e inigualable.
Como recoge Boat International, cuando Philippe Starck presentó el diseño inicial, Jobs respondió: «Creo que deberías hacerlo todo de vidrio«. Lo cierto es que hasta ese momento no se había visto nada parecido y no todo el mundo hubiera estado de acuerdo con seguir adelante con el proyecto, pero la construcción de ‘Venus’ comenzó en 2009.
Jobs, que falleció en 2011, no pudo disfrutar del barco. Venus se pudo ver por primera vez terminado en octubre de 2012 tras su construcción en astillero Feadship. Su diseño, sin embargo, no pasó desapercibido. La embarcación destaca por su casco de color blanco, segmentos de pintura plateada y detalles de acero inoxidable como el que podemos ver en la proa.
También reluce por una línea de ventanas rectangulares que van desde la proa hasta la parte central. Y, precisamente, hablando de la obsesión de perfección de Jobs, los diseñadores se encargaron de añadir una cubierta superior falsa que mantiene ocultos a los receptores de comunicación y televisión de la vista que se abre cuando es necesario.
Estamos frente a un barco de 78,2 metros de eslora y 11,8 de manga con una superestructura baja hecha completamente de vidrio. Starck, que se dice que cobró 9 millones de dólares por su trabajo, diseñó el exterior de Venus con líneas rectas y ángulos de 90 grados. El barco tiene un arco de hacha y una popa plana y cuadrada inusual.
Ciertamente, el diseño Venus parece compartir parte de la filosofía de diseño de los productos de Apple. Es llamativo, pero también elegante y minimalista. No sabemos mucho de su interior ya que no hay fotografías que revelen lo que hay detrás de su estructura, sin embargo, algunas imágenes muestran un puente integrado por varios iMac en fila.
El yate permaneció en la familia Jobs tras la muerte del empresario. Lo heredó su viuda Laurene Powell Jobs, quien lo ha utilizado en varias oportunidades. Recientemente, sin embargo, protagonizó un incidente. Venus embistió a baja velocidad al yate Lady Moura de 108 metros de eslora del empresario mexicano Ricardo Salinas. Afortunadamente, el incidente no fue de magnitud.
Imágenes | Jimmy Baikovicius (CC BY-SA 2.0) | fdecomite (CC BY 2.0) | Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0)