Una de las cosas más importantes para estar confortables en casa es lograr alcanzar la temperatura ideal, que dependerá de muchos factores tanto ambientales como internos, pues influye si somos muy frioleros o calurosos, la edad y estado de salud de los habitantes, la región donde vivamos, la humedad, etc.
No existe un valor único que sirva para todo el mundo, pero hay múltiples estudios cada uno con diferentes conclusiones en función de si estamos buscando mejorar la salud o el ahorro energético.
La temperatura máxima en casa para una buena salud
Atendiendo al factor salud y dejando de lado por el momento el asunto del ahorro de energía, la OMS (Organización Mundial de la Salud) trata de averiguar en este estudio si existen riesgos asociados a vivir en interiores con temperaturas superiores a los 24 ºC, llegando a la conclusión de que «no existe un riesgo demostrable para la salud de las personas sedentarias sanas que viven en una temperatura del aire entre 18 °C y 24 °C«
Fuera de estos márgenes comentan varios estudios donde sí se aprecian distintos incrementos en problemas de salud para la población general y especialmente para los más vulnerables. Así, ofrecen una estimación de temperatura de riesgo mínimo en cuanto a los efectos sobre la salud relacionados con el calor y la temperatura máxima aceptable que podemos observar en el siguiente cuadro:
Como vemos, la temperatura de riesgo mínimo para la salud y máxima aceptable en interiores varía por países y depende de la tolerancia de la población y otros aspectos sanitarios, pero en general se sitúa entre los 25 ºC en zonas con climas fríos como Boston y los 32 ºC en zonas acostumbradas al calor como Tailandia.
La temperatura mínima en casa para una buena salud
Si lo que estamos buscando es averiguar cuál es la temperatura mínima que debe haber en el interior de una vivienda para considerar el ambiente como saludable, podemos recurrir a las directrices de la OMS sobre vivienda y salud que están accesibles directamente desde esta página web.
Así, el organismo establece que cada vez existen más evidencias de que las temperaturas frías en espacios interiores tienen consecuencias negativas para la salud humana, ya que el aire frío inflama los pulmones e inhibe la circulación.
Esto implica que se incrementa el riesgo de sufrir afecciones respiratorias, como el asma, el empeoramiento de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y las infecciones pulmonares. Además, el frío también provoca vasoconstricción, con el consiguiente estrés para el sistema circulatorio.
¿Qué temperatura se considera demasiado fría para el interior de los hogares en personas de edad adulta y sanas? Pues la OMS establece que para países con climas templados o de frío moderado la barrera se sitúa en los 18 ºC para tener un ambiente seguro y equilibrado.
La Organización señala además que para los grupos de habitantes más vulnerables, incluidas las personas mayores, los niños y las personas con enfermedades crónicas, puede ser necesaria una temperatura mínima interior superior a 18 °C.
¿Cuántos grados más? Pues no lo especifican claramente, pero hay otros estudios que recomiendan que la temperatura del hogar para bebés y personas vulnerables debe situarse entre los 22-24°C por el día y los 18-20°C por la noche.
La temperatura ideal en verano para ahorrar en la factura de la luz
Muy bien, pero ¿y si además tenemos en cuenta que lo que queremos priorizar es el gasto eléctrico? Si bajamos de esta temperatura recomendada de 23-24 grados de forma artificial se incrementará innecesariamente el consumo energético y con ello el gasto a final de mes.
De hecho, los cálculos generales del coste energético para cada grado que bajamos la temperatura con respecto al valor óptimo puede suponer entre un 5% y un 10% de incremento en el consumo de electricidad en nuestros equipos. Según explica Endesa:
No conviene poner el aire acondicionado por debajo de 25º C. Tu confort no va a aumentar, pero se disparará tanto el consumo de energía (aumentando el gasto tanto energético como económico) como las consecuencias para tu salud.
De hecho, la compañía eléctrica señala que la temperatura recomendada ideal suele situarse entre 24ºC y 26ºC (típicamente en 25 ºC) en los meses de verano.
Por tanto, teniendo en cuenta tanto los criterios para la salud como de confort y los de ahorro en la factura eléctrica, podemos situar la temperatura óptima dentro de casa en los meses de más calor entre ese margen de 23-26 grados centígrados.
Imagen portada | PxHere
Más información | IDAE | Endesa | OMS
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