Medir la inteligencia de los animales no es tarea fácil, pero son muchos los investigadores que tratan de dar respuesta a esta pregunta. Y las respuestas a menudo son sorprendentes. Uno de los ejemplos más recientes es el de la sepia común, un animal capaz de superar tests diseñados para niños humanos.
Unos invertebrados inteligentes. Las sepias comunes (Sepia officinalis) son capaces de superar el «test del malvavisco», un test diseñado para niños de corta edad. El test mide la capacidad de esperar ante una recompensa, pero puede ser utilizado como medida de la inteligencia de estos animales.
El «test del malvavisco». En la prueba original se ofrece un dulce a un niño y se le explica que, si no se lo come, se le darán más en un rato. Aquellos capaces de demorar la gratificación, de esperar al premio mayor, son los que pasan el test.
Los investigadores tuvieron que adaptar esta prueba para su uso en sepias. A los animales se les mostraban dos alimentos, uno más apreciado que otro, detrás de puertas marcadas con formas simples (círculos, cuadrados…). Los animales habían sido entrenados para saber que estas formas indicaban que las puertas se abrirían pasado un tiempo más largo o más breve.
Detalles. Cuando las sepias se comían la primera presa, los investigadores retiraban la segunda y más apetecible. No lo tuvieron que hacer en muchas ocasiones, porque las sepias fueron capaces de aprender que la paciencia les llevaba a un botín mejor. Y esperaron. Los detalles del experimento fueron publicados en un artículo en la revista Proceedings of the Royal Society B.
Hábitos de caza. En el artículo los investigadores especularon con el porqué de esta habilidad. La hipótesis que proponían que la explicación podría estar en la estrategia que siguen estos animales para cazar.
Las sepias suelen camuflarse y esperar a que sus presas se acerquen para emboscarlas. Al atacar pierden su camuflaje, lo que no solo implica que puedan espantar a otras presas que se encuentren en las inmediaciones sino que se hacen también vulnerables ante depredadores. Sería por eso que esta facilidad para esperar a presas mejores se derive de una estrategia evolutiva de estos animales.
Los invertebrados más listos. Los cefalópodos cuentan con los sistemas nerviosos más complejos y desarrollados de entre los invertebrados. El estudio nos muestra la correlación entre este desarrollo cerebral y la inteligencia de estos animales.
Cada vez más conscientes. La inteligencia de los animales es un tema de estudio para muchos investigadores, que no solo la analizan a través de experimentos como este sino que también la exploran las circunstancias evolutivas que llevaron al desarrollo de las habilidades cognitivas a las que solemos denominar inteligencia.
Un estudio reciente, también publicado en la revista Proceedings of the Royal Society Bseñalaba cinco momentos de la historia evolutiva claves en el desarrollo de inteligencias como la humana. El hecho de que los invertebrados se diferenciaran de otras líneas evolutivas tras el primero de estos puntos (cuentan con un sistema nervioso que les da la capacidad de moverse de forma coordinada), no parece impedir a estos animales resolver problemas simples como los de este test.
Chicos listos. Pero los mejores ejemplos de inteligencia del reino animal suelen encontrarse entre mamíferos y aves. Aves como los cuervos han dado muestras de sus capacidades no solo en la resolución de problemas sino también en las mnemotécnicas. Dentro del grupo de los mamíferos tenemos a primates, delfines, cerdos y otros muchos ejemplos de animales con esta capacidad resolutiva. Y los humanos, claro.
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Imagen | Hans Hillewaert / CC BY-SA 4.0
*Una versión anterior de este artículo se publicó en noviembre de 2023