La PS5 Pro ha sido, al fin, anunciada oficialmente, y lo hace envuelta en una polvareda de considerable polémica, debido sobre todo a su elevado precio: 799,99 euros. La reacción de la comunidad de jugadores ha sido principalmente negativa, como se detecta en el mismo vídeo de Youtube del evento de presentación, que ya atesora muchos más votos negativos que positivos.
Y sin disco. Esta reacción no tiene nada de extraño: Sony ni siquiera va a incluir una unidad lectora de Blu-Ray en la consola, con lo que habrá que comprarla aparte para ejecutar juegos en formato físico (y que pertenece a una probable estrategia de eliminación de los discos en la compañía). El enfado, pues, tiene toda la lógica, aunque si juegan bien sus cartas, hay quien puede beneficiarse de esta estrategia: Microsoft y Nintendo.
Pero por qué. Sony está poniendo a la venta un artículo de lujo enfocado abiertamente a los jugadores más hardcore. Aunque podemos discutir si lo que Sony está lanzando es poco más que un PC potente con carcasa, lo cierto es que, tal y como se vio en la presentación de Mark Cerny, la nueva PS5 Pro (que no es una consola de nueva generación, como ya ha comentado la propia Sony) alude a un tipo de jugadores muy específico, preocupados tanto por la alta calidad gráfica como por un rendimiento que permita mover los juegos a 60 fps. Pero no todos los jugadores necesitan un rendimiento tan extremo, y a muchos el vídeo comparativo entre PS5 y PS5 Pro les habrá resuelto pocas dudas.
El momento de Microsoft. Ayer mismo, pocas horas después de la presentación (podía parecer planificado, pero la fecha del 12 de septiembre estaba anunciada desde hacía dos meses) Xbox anunciaba su plan económico en Game Pass. Fue una decisión también muy criticada por los jugadores, porque muchos la vieron como un incremento de precios encubierto, ya que este tier más barato carece de muchas de las ventajas que tradicionalmente tenía Game Pass. Pero a nivel de imagen para Xbox es interesante: frente al elevadísimo precio de PS5 Pro, un Game Pass más económico.
Pros en Xbox. De momento, Xbox no ha anunciado movimientos que hagan pensar en una versión mejorada de sus consolas actuales, sobre todo porque ya la división de su última Xbox en Series X y Series S implicaba algo de esa orientación más premium de una de ellas. Todo a una escala menor que PS5 Pro, que efectivamente es la consola más potente fabricada hasta ahora. Eso sí, habrá consolas con leves mejoras como dos Series X y Series S con nuevos colores y más capacidad, y una Xbox Series X All Digital que se ha adelantado a la decisión de la PS5 Pro de prescindir del disco.
Se acabó el músculo. Hace tiempo que Xbox no está tan centrada en el músculo tecnológico (pese a que Series X sea más potente que PS5 en la mayoría de los aspectos), dejando en solitario a Playstation en la búsqueda de un acabado visual más sofisticado. En ese sentido, su Series X no fue un salto de gigante con respecto a la Xbox One (al menos no tanto como entre 360 y One), y poco después Microsoft ha decidido centrar su negocio en explotar Game Pass. Desde esa posición tiene la oportunidad de contraatacar, bien con consolas que se sigan distanciando económicamente de las Playstation, bien renunciando directamente a los dispositivos y sofisticar Game Pass para seguir llegando a más pantallas ajenas al ecosistema Xbox.
… y luego, Nintendo. Nintendo también ha entrado en el juego de las consolas mejoradas, aunque en su caso se ha centrado en la pantalla, con la versión OLED de su Nintendo Switch. En este caso, la pelota está ahora en el tejado de Nintendo, ya que es de prever que anuncie su Nintendo Switch 2 en algún momento de lo que queda de año. Si el salto tecnológico es suficiente (aunque los rumores hablan de una consola continuista), podría debilitar a Playstation en su propio juego, aunque son máquinas que pertenecen a dos esferas de jugadores distintas.
La batalla por el precio. El precio de esta nueva Switch 2 puede marcar una gran diferencia en la guerra de las consolas. De forma aún más explícita que Microsoft, Nintendo nunca ha entrado en la guerra de la potencia… ni de los precios. Es ahí donde puede volver a dar un toque de atención para dar continuidad a la que, no lo olvidemos, es la tercera consola más vendida de la historia. El juego de Nintendo hace muchos años que no es el de la potencia técnica, pero el precio de la Switch 2 puede ser la decisión más estratégica que la compañía tome en mucho tiempo.
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