La maniobra era descomunal, así que hacía falta un aliado del mismo calibre: descomunal. En mayo de 2022 la compañía Acciona se encontró con un desafío considerable en aguas de A Coruña. De esos que ponen a prueba la habilidad de los ingenieros. Sus operarios se habían encargado de crear seis gigantescos cajones de hormigón de 15.000 toneladas cada uno, enormes moles de 60 metros de largo y 24 de ancho diseñadas para la ampliación de un aeropuerto de Filipinas. Una vez finalizados, el reto, claro, estaba en cómo trasladar esos seis bloques que sumaban 90.000 toneladas a su destino, a miles de kilómetros de la costa gallega.
Su solución: llamar al BOKA Vanguard —antes conocido como Dockwise Vanguard—, considerado el mayor buque de carga pesada semisumbergible del mundo.
El forzudo de los mares. Al BOKA Vanguard suele considerársele la embarcación más grande de su categoría. Y bazas tiene para serlo. El Vanguard es un buque semisumergible de carga pesada diseñado para dos grandes propósitos: transportar grandes estructuras por los océanos, lo que incluye unidades FPSO, plataformas flotantes para las explotaciones petroleras, otros barcos o gigantescos bloques de hormigón como los fabricados por Acciona en A Coruña; y servir de dique seco para inspeccionar y reparar estructuras en mitad del océano.
En uno u otro caso, la labor del BOKA Vanguard es más o menos la misma: se echa a las espaldas pesadísimas cargas de decenas de miles de toneladas.
Músculo para 10.000 toneladas. Si el BOKA Vanguard puede afrontar semejantes labores es en gran medida por su músculo y diseño. Como demostró en A Coruña es capaz de cargar decenas y decenas de miles de toneladas. Para ser más precisos, 110.000, más incluso que el Blue Marlin, otro buque semisumergible que ha protagonizado operaciones delicadas en aguas del norte de España.
Para echarse a lomos semejante cargamentos, el BOKA Vanguard está dotado de unas buenas «espaldas»: dispone de una amplia cubierta que se extiende a lo largo de la embarcación y le permite acomodar enormes estructuras. El buque mide ni más ni menos que 275 m de eslora por 70 de manga con un puntal de 15,5 m. Su peso muerto (DWT) ronda las 116.000 t y alcanza un máximo de 14 nudos.
Mucha fuerza, y maña. No todo es fuerza, claro. Si el BOKA Vanguard es capaz de manejar semejantes cargas es gracias a su diseño y cómo aborda las operaciones de estiba. El buque puede lastrarse bajo el agua, lo que deja sumergida su cubierta y facilita que los cargamentos queden situados flotando en el punto justo.
Cuando se ha cumplido esa maniobra el BOKA Vanguard suelta lastre, eleva de nuevo la cubierta y levanta la carga. La operación es posible gracias a sus tanques y estructura, pensada para que el agua fluya por el navío sin que llegue a entrar en sus compartimentos. Tanto la tripulación como los botes se sitúan a estribor.
Más allá de la teoría. No todo es teoría. La maniobra que realizó en 2022 en aguas del puerto exterior de punta Langosteira, en A Coruña, es un buen ejemplo. Cuando el BOKA Vanguard llegó al lugar reservado para la maniobra, se hundió parcialmente para que la media docena de cajones de 15.000 toneladas pudiesen trasladarse, uno a uno, hasta quedar flotando sobre la cubierta sumergida.
«Luego el barco reflotó y se trasladó al estuario de Ares, donde se hicieron los preparativos para asegurar los cajones antes de partir hacia Filipinas», recuerda Acciona. La Autoridad Portuaria de A Coruña reivindicó que nunca antes se había alcanzado las 90.000 toneladas en un único embarque. El BOKA Vanguard maneja un calado de 11 metros cuando está navegando y de 31,5 cuando está sumergido.
Y más que un capricho. Que el Boka Vanguard esté dotado de semejante capacidad va más allá de un simple capricho o la búsqueda de un nuevo récord en la logística marítima. Si en 2010 Dockwise se decidió a encargar un buque capaz de superar a sus predecesores fue para cubrir las necesidades de las explotaciones offshore, lo que exigía trasladar enormes construcciones por los océanos.
A mayor capacidad, mayores estructuras pueden desplazar y menores son los costes de mover componentes que más tarde se tienen que ensamblarse en su destino. El encargo recayó sobre Delta Marine, DNV y Hyunday Heavy Industries y el buque tomó forma en Corea entre septiembre de 2011 y noviembre de 2012.
Años después y tras un cambio empresarial, su nombre pasó de Dockwise Vanguard a Boka Vanguiard. En 2018, al anunciar la nueva designación, Boskalis presumía de su enorme capacidad: «Es el buque semisumergible de carga pesada más grande del mundo y se está preparando para cargar una plataforma flotante de 90.000 t, lo que equivale al peso de aproximadamente 300 Boeing 747«.
Imágenes | Boskalis, Acciona y Wikipedia
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*Una versión anterior de este artículo se publicó en noviembre de 2023