Bayern Munich y Benfica se enfrentan el martes desde las 16 (hora de Argentina), en uno de los partidos que completan el Grupo C del Mundial de Clubes. El equipo alemán fue uno de los primeros en asegurarse el pase a los octavos de final con triunfos sobre Auckland City (10-0) y Boca (2-1), mientras que el elenco uso igualó con los xeneizes (2-2) y luego venció por 6-0 a los neozelandeses.
Ya clasificado entre los 16 mejores, Bayern Munich oficia como un juez inesperado en la lucha por el segundo lugar en la clasificación entre Benfica y Boca. Su rendimiento en la última jornada puede decidir la suerte del equipo que tiene a los argentinos Ángel Di María y Nicolás Otamendi, y la de Boca, obligado a golear en su partido y esperar una ayuda del club germano. En concreto: un empate entre alemanes y portugueses elimina automáticamente a Boca, cualquiera sea el resultado que obtenga el conjunto argentino; un triunfo bávaro le abrirá una rendija al xeneize, forzado a anotar cuantos goles pueda. Los dirigidos por el belga Vincent Kompany solo necesitan un punto para ser líderes y encontrarse en los octavos con el segundo clasificado del grupo D.
Para este encuentro, Vincent Kompany dispuso nada menos que siete cambios respecto del partido contra Boca: quedaron afuera Laimar, Tah, Kimmich, Goretzka, Olise, Coman y Harry Kane, y entraron Boey, Upamecano, Palhinha, Pablovic, Sané, Bischof y Thomas Müller. Sólo se mantuvieron Neuer, Stanišić, Guerreiro y Gnabry.
Por el lado de Benfica, Otamendi y Di María parten como titulares, y a ellos se suma Gianluca Prestianni, más el regreso de Renato Sanches para acompañar en el medio a Leandro Barreiro y los ingresos de Dahl y Schjelderup.
El equipo portugués tuvo la primera oportunidad clara en un zurdazo cruzado de Di María que Neuer sacó con lo justo al tiro de esquina, dentro de un comienzo favorable a Bengica, que poco después se puso en ventaja: Di María inició la jugada, desbordó Aursnes, que mandó el centro atrás, y anotó el noruego Schjelderup, que le pegó de primera entrando por el otro palo.
A partir de ahí se vio lo mejor de Benfica, que se plantó en su campo y esperó replegado y ordenado a un Bayern Munich que no encontraba resquicios. Peor aún, se complicó en el fondo y el equipo portugués estuvo cerca en una llegada de Pavlidis, que no definió a tiempo y reclamó penal de Boey, y luego en un choque entre Neuer y Upamecano, al que le rebotó la pelota y casi convierte en contra.
Con ese resultado, Benfica avanza al primer puesto del grupo C y desplaza a los alemanes al segundo escalón, mientras que Boca queda eliminado.
Tampoco ayudó mucho el clima, con el intenso calor en Nashville, con una temperatura de 36 grados que obligó a hacer un parate para refrescar. Poco después, Prestianni debió ser atendido por un malestar. Otro dato: los suplentes del conjunto bávaro se quedaron en el vestuario a seguir el partido, lejos del calor de Charlotte.
El ambiente sofocante conspiró contra un encuentro de mayor movilidad, por lo que ambos se mostraron con una menor intensidad respecto de otros compromisos; eso es hizo más notorio en el caso del equipo alemán, muy lento en sus traslados y sin la velocidad en las transiciones que había tenido contra Boca.
La única jugada clara para Bayern Munich llegó sobre el cierre del primer tiempo: Gnabry ganó por la izquierda, desbordó y asistió a Sané, que le pegó muy mal y levantó el remate desde buena posición.