Los números de Miguel Ángel Borja son indiscutibles. Lleva 27 goles en 38 partidos en el año y un total de 50 en 99 encuentros con la camiseta de River. Pero el colombiano ha disminuido su poder de fuego desde el regreso de Marcelo Gallardo a la dirección técnica: jugó ocho de los 11 partidos, en siete fue titular y solo marcó dos goles en 643 minutos. Y los últimos 90 con la mira torcida frente a Talleres solo potenciaron un síntoma de alerta de cara a un mes de octubre decisivo en la Copa Libertadores, la tabla anual y la Liga Profesional.
“Me voy a poner bravo, bravísimo, lo siguiente a bravo”, le dijo Marcelo Gallardo, entre abrazos y risas, al Colibrí tras la victoria 4-1 ante Atlético Tucumán del 13 de septiembre. Aquel partido fue el último en el que Borja convirtió y se dio una particular situación con el entrenador, que le preguntó a los 10′ del segundo tiempo si estaba para salir por alguna cuestión física y, ante la respuesta del atacante, lo retó con un “dale, dale, entonces”. Es que para el DT millonario no alcanza solo con los movimientos dentro del área para definir, sino que le exige al número 9 un compromiso mayor con el juego colectivo: tiene que ser la primera lanza de presión con agresividad, debe sumar despliegue para asociarse con sus compañeros y tiene que pivotar de espaldas tanto de arriba como de abajo.
Hoy parece haber quedado atrás la vieja frase del exentrenador Martín Demichelis, quien le pedía al goleador “que no se moviera del área”. El juego de River ha mutado, el equipo se está construyendo de atrás para adelante para recuperar solidez y consistencia colectiva y ya no cuenta con ese frenesí ofensivo que por momentos hasta parecía desbocado. Desde que volvió el Muñeco, el Millonario registra 12 tantos a favor y 6 en contra en 11 partidos y Borja suma solo dos festejos en 22 disparos (9 efectivos al arco). Números muy diferentes a los que dejó el colombiano en los últimos siete juegos del ciclo Demichelis al convertir ocho goles de forma consecutiva (16/25 tiros al arco) y conseguir un récord, ya que jamás ningún futbolista de la historia del club había logrado marcar esa cifra.
Talleres (2-1) en la Copa Libertadores y Atlético Tucumán (4-1) en la Liga han sido las dos víctimas de Borja con Gallardo al mando luego de sufrir una lesión muscular en el isquiotibial izquierdo en la tercera práctica desde el regreso del Muñeco. Se perdió los primeros tres partidos y desde entonces no ha podido ser el mismo, más allá de que en las últimas semanas el cuerpo técnico realizó una preparación especial tanto para él como para Adam Bareiro en afán de encontrar la mejor versión de ambos delanteros. Es que dentro de estos primeros 12 goles, el atacante paraguayo todavía no se ha podido anotar: no tiene festejos en ocho juegos (cuatro de titular) desde que llegó a River con 378 minutos. ¿Quiénes están en la lista goleadora con MG? Facundo Colidio (2), Claudio Echeverri (1), Ignacio Fernández (1), Paulo Díaz (1), Santiago Simón (1), Leandro González Pirez (1), Maximiliano Meza (1), Germán Pezzella (1) y Manuel Lanzini (1).
“Cuando el goleador no hace goles, no lo vas a ver contento. Sobre todo cuando tiene situaciones. Ya va a volver Borja al gol. Antes todo lo que pateaba lo hacía y hoy no le está pasando. Ahora tiene que estar tranquilo y creer que van a volver los goles, porque si entra en una desesperación puede ser peor. Yo le tengo que dar tranquilidad, él las situaciones se las genera”, comentó el técnico en conferencia de prensa tras la caída 0-1 con Talleres. En esa primera derrota desde su regreso, el arquero Guido Herrera le contuvo dos de los tres disparos que intentó el Colibrí, que se mantuvo en juego durante los 90 minutos.
Tanto en la serie frente a Colo-Colo como en el superclásico frente a Boca en la Bombonera, al colombiano se lo notó fastidioso, incómodo y con falta de puntería frente al arco rival. Sumado a eso, fue el único que entró sin sintonía al duelo frente al xeneize y perdió 12 pelotas en 23 toques durante sus 34 minutos en campo. Ahora, tendrá los duelos frente a Platense y Vélez antes del parate por la fecha FIFA -no fue convocado en la última doble fecha de Eliminatorias con Colombia- para recuperar su poder de fuego y apuntar todos los cañones al gran objetivo: llegar encendido a las semifinales de la Copa Libertadores contra Atlético Mineiro.