Las tecnológicas chinas están lanzando su propia campaña para captar el mejor talento posible, incluido el occidental, dando la vuelta a la tortilla habitual de los últimos años, como cuenta Wall Street Journal. Es una campaña agresiva que incluye ofertas que hasta triplican los salarios que hoy perciben los ingenieros clave en semiconductores e IA.
Por qué es importante. Esta estrategia marca un punto de inflexión histórico: por primera vez, una potencia tecnológica está desafiando la supremacía salarial de Silicon Valley, tradicionalmente imbatible.
La panorámica. De entre todas las grandes tecnológicas chinas que se están lanzando a por el talento occidental, Huawei es quien más destaca. Se está centrando en áreas como la IA y los chips avanzados. Su objetivo: acelerar el desarrollo tecnológico chino aprovechando el conocimiento acumulado en occidente.
Hay tres grandes zonas donde se está reclutando talento de la ingeniería: Taiwán, Europa y Silicon Valley. Este último, lógicamente, es el más llamativo. Hasta ahora ofrecía sueldos prácticamente irreplicables.
Entre líneas. El timing no es casual: las cada vez mayores restricciones occidentales al acceso chino a ciertas tecnologías, especialmente relacionadas con los semiconductores, encajan de lleno con esta tendencia.
Si no pueden comprar la tecnología… intentan atraer a quienes son capaces de desarrollarla.
El contraste. Las empresas occidentales luchan por retener el talento con condiciones salariales que, aunque han crecido, siguen siendo bastante estables respecto a los últimos años. Sobre todo si las comparamos con el crecimiento de otros indicadores: capitalización bursátil, beneficios, etc.
Mientras, en China se está desplegando músculo financiero respaldado por el Estado. Hay asimetría en los recursos disponibles.
La gran incógnita. ¿Occidente va a poder mantener su ventaja tecnológica –no tan grande, dicho sea de paso– frente a China cuando allí están dispuestos a pagar casi lo que sea por el talento?
Si la respuesta es positiva, habrá que ver el ‘cómo’. Si es negativa, veríamos un progresivo cambio en el statu quo que será difícil de digerir en ciertas regiones. Es lo que hay.
Imagen destacada | Xataka con Midjourney